Unos 10.000 agricultores y ganaderos murcianos se manifestaron ayer en Madrid para exigir soluciones ante la crisis del campo y evitar el desmantelamiento de un sector que da empleo a 60.000 personas en la Región y representa más del 10% del PIB murciano. Según la organización, se dieron cita entre 100.000 y 500.000 agricultores de toda España, aunque según el cómputo efectuado por la empresa Lynce para la Agencia Efe tan sólo asistieron 12.500 personas.

"Actualmente, vale más una botella de agua que un litro de leche, lo que evidencia la grave crisis del sector. A nosotros no nos llega ni un 20% de lo que paga el ama de casa. No cubrimos los gastos de producción y muchas pequeñas empresas van a tener que cerrar en 2010 porque la situación es insostenible", denunció el presidente de COAG-Murcia, Pedro Lencina, que llegó a Madrid en uno de los 220 autobuses que partieron desde distintos puntos de la Región a las cinco de la madrugada.

La renta agraria ha registrado una caída de un 26% en los últimos cinco años y el incremento de algunas de las tarifas, como la de la electricidad, alcanza el 30%. Ante este escenario, exigen negociaciones colectivas con industrias y sindicatos para fijar precios mínimos con los que puedan cubrir los costes de producción y hacer frente a la mayor crisis conocida de un sector que, actualmente, registra un endeudamiento de 23.500 millones de euros, según datos del Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino, "lo que supone la capacidad productiva total del sector de un año", subrayó Lencina a LA OPINIÓN.

"A nosotros se nos impide tener negociaciones colectivas y pactar precios mínimos, mientras que los distribuidores tienen la sartén por el mango y nos presionan para bajar los precios. Por eso, reclamamos la posibilidad de negociar y el establecimiento de normas europeas y nacionales que contribuyan a un mayor equilibrio", explicó el secretario de organización estatal de UPA, Marcos Alarcón, que añadió que "otro de los grandes problemas del sector es el monopolio de las grandes cadenas distribuidoras, que están especulando con los alimentos importados de Sudamérica y África, que no están sometidos ni a los mismos controles ni normativas de seguridad alimentaria".

Bajo el lema 'Murcia, por la dignidad del campo. Precios justos', la comitiva murciana exigió la coordinación de las distintas administraciones y una mayor transparencia del mercado. A pesar de no poder entrevistarse con la ministra Elena Espinosa, los manifestantes calificaron la protesta como "un éxito rotundo". El próximo paso será "la creación de mesas sectoriales con el Gobierno central y un calendario de trabajo", indicó el secretario general de Asaja-Murcia, Alfonso Gálvez.