El día más caluroso en la ciudad de Murcia del pasado verano se vivió el 23 de julio. Pero dependiendo de la zona en la que se viva se pudo llevar mejor o peor. Así se desprende de los datos obtenidos por la delegación de la Aemet en Murcia, que establecen que dicho día las temperaturas máximas (rozando los 46 grados) fueron tres grados más bajas en calles como Platería. Sin embargo, mientras que las temperaturas mínimas (22 grados) fueron unos tres grados más frescas en la huerta, en calles estrechas como, de nuevo, Platería, fueron ligeramente más cálidas.

Estos datos se han extraído de un proyecto realizado durante el pasado verano, cuyo objetivo fue detectar las singularidades térmicas de la ciudad de Murcia en comparación con su entorno. Para ello se desplegó una red de termómetros y se realizaron intensivos trabajos de campo. Tras el análisis de los datos registrados, también se llegó a la conclusión de que la ciudad es más calurosa que sus alrededores por la noche, ya que el calor de los edificios, almacenado durante el día, es emitido lentamente durante la noche, mientras que en las zonas rurales ese enfriamiento es más rápido.

Otro de los proyectos en los que trabaja la Aemet de Murcia es conocer cómo ha variado en cien años la toma de medidas. Para ello, el centro cuenta con una garita del siglo XIX junto a dos actuales. Los resultados de ese estudio se conocerán en breve aunque ya se ha descubierto una variación media de 0,6 grados centígrados entre las medidas que hacían los aparatos de hace dos siglos con los actuales.