Un inventor italiano ha desarrollado un dispensador automático de agua bendita, de funcionamiento parecido al de los grifos con sensor electrónico, que evita que todos los fieles de una parroquia introduzcan los dedos en el mismo líquido, por lo que reduce el riesgo de contagio de la gripe A.

Según declaró el creador del aparato, Luciano Marabese, la idea del producto, para el que ya ha recibido peticiones de otros países, incluida España, surgió mucho antes de la aparición de esta pandemia, "en 2000 ó 2001", como medida sanitaria. Marabese, propietario de un restaurante en la localidad de Briosco concibió la pila del agua bendita electrónica durante una conversación con amigos en el local. "Me tomaron por loco", precisó el inventor italiano.