La demolición de esta edificación se realizó mediante un sistema mixto de voladura y de carácter mecánico. Anteriormente, se procedió a diversas tareas como la preparación de los servicios auxiliares necesarios y el acondicionamiento del vallado de la zona. La estructura también se dejó vacía y libre de cualquier residuo que no fueran las propias ruinas. Al respecto, Alicia Paz Antolín, directora general de Sostenibilidad de la Costa, señaló que "se ha elegido este sistema de voladura porque asegura un menor impacto en el medio ambiente. A esto se suma que se han extremado todas las medidas de seguridad para garantizar que el proceso no entrañe ningún riesgo para la población".

La demolición por voladura controlada es un sistema rápido, seguro y económico para derribar edificios que consiste en la perforación y voladura de las bases de un inmueble, de tal manera que al detonar las cargas explosivas, la edificación se autodestruye en su caída, normalmente siguiendo una dirección de vuelco prefijada de antemano mediante la adecuada colocación y secuencia de las cargas.

La detonación provocó una gran cortina de humo que se desvaneció pasados unos pocos minutos.