El vicepresidente económico de la Generalitat Valenciana, Gerardo Camps, preguntado sobre si aprecia ahora un clima proclive a la fusión en las direcciones de las dos grandes cajas valencianas, ha comentado que en los siete años que lleva de conseller de Economía "ha visto de todo". En este sentido, en cuanto a los estudios de costes realizados años atrás que, al parecer, desaconsejaban una fusión Bancaja-CAM, Camps ha subrayado que "valen para más bien poco fuera cual fuera el resultado" debido a que se vive "una situación radicalmente distinta", con una incidencia de la crisis que ha repercutido especialmente a un sector como el de la promoción y construcción. En caso de que se realizara la hipotética fusión, "como alicantino y miembro del Consell" ha apostado por que "el centro de decisión" de lo que pueda afectar a la provincia se mantenga en esta ciudad. "Los centros de decisión tienen que estar allá donde se tienen que tomar las decisiones. Si afectan a los alicantinos, ¿por qué no va a haber un centro de decisión en Alicante?", ha manifestado Camps. La entidad resultante de la fusión de las cajas valencianas tendría 2.700 oficinas y 14.000 empleados pero no conseguiría superar en activos a Caja Madrid y se situaría en la quinta posición del ránking bancario.