El presidente del PP, Mariano Rajoy, adelantó ayer en la reunión de la junta directiva del Partido Popular de la Región, que se celebró en Cartagena, su intención de poner a cada uno de su formación en su sitio. El líder de los populares admitió que el PP tiene dos problemas: "La corrupción del caso Gürtel y las discrepancias en el seno del partido en Madrid". Rajoy anunció que el próximo martes 3 de noviembre ha convocado una reunión del comité ejecutivo nacional del PP, en la que "los militantes y los cargos electos tendrán una respuesta a todo lo que están pensando y se preguntan".

Rajoy hizo hincapié en que el Partido Popular "cuenta con 700.000 militantes, y un buen número de alcaldes, concejales, interventores (...) dispuestos a dar la batalla" y que su principal reto "es propiciar un cambio político en España".

Respecto al caso Gürtel, el presidente del PP señaló: "No acepto la corrupción de ninguna de las maneras, porque es una porquería y tengo la plena convicción de que si alguien ha hecho algo que no debería hacer, esa persona no puede pertenecer al PP".

"No condenar sin pruebas"

Sin embargo, insistió en que "nadie puede condenar a alguien sin pruebas" y subrayó que "en los últimos tiempos estamos asistiendo a una situación impropia de la democracia. Hay demasiadas filtraciones de sumarios que tienen como consecuencia juicios paralelos, actuaciones de la Fiscalía claramente desproporcionadas y detenciones televisadas".

El líder de la oposición aseguró que los políticos "toman decisiones políticas y deben ser justos, equilibrados y no arbitrarios y esa es la línea de trabajo del PP". Asimismo, indicó que "lo fácil es decir que todos los políticos son unos corruptos, pero no voy a aceptarlo porque es mentira, la mayoría son gente decente que lucha por unas ideas".

En su comparecencia ante los militantes del PP en Murcia y sin permitir que los medios de comunicación estuviesen presentes y pudieran preguntarle -los periodistas se tuvieron que conformar con oír su intervención a través de un circuito cerrado de televisión- Rajoy se refirió a la situación actual que atraviesa España "con el peor Gobierno de la democracia que es el que preside José Luis Rodríguez Zapatero", sin que esto se deba a "una cuestión de ideología, sino de incompetencia, de no saber a dónde se va ni cómo y de acumular una colección de fracasos", añadió.

Asimismo, subrayó que el principal problema de España "no es la crisis económica, sino el propio Gobierno por su incapacidad para afrontar la crisis". "España corre el riesgo de que cuando se produzca la recuperación se pierda en la nada languideciendo durante años, mientras otros países de nuestro entorno salen adelante", añadió.

En opinión de Rajoy, "después de engañar a los ciudadanos respecto a la crisis, el Gobierno sólo tiene una medida que es gastar y endeudarnos. En dos años la deuda será de doscientos mil millones de euros, unos 13.500 euros por familia". "El PP está aquí para que la gente tenga una referencia. El PP va a dar la batalla para afrontar la crisis porque es obligatorio hacerlo", concluyó.