Desnudo de cintura hacia arriba y con una cinta en la frente, Angelo Caretanuto, hijo de la estanquera Teresa Macanás, de 56 años, llevaba anoche vagando un rato por la Plaza de la Iglesia de Santomera, Murcia, con un fardo en sus manos, cuando fue interceptado por agentes de la policía local.

"Es la cabeza de mi madre", llevaba asegurando desde las nueve de la noche a los peatones ocasionales que se le cruzaban en su camino por la céntrica plaza santomerana.

A 400 metros de este emplazamiento se encuentra el estanco que regentaba su progenitora y puerta con puerta con el mesón/bar "Mar de Galilea", local que la mujer había legado a su hijo, al que le echaba una mano siempre que podía.

Según pudo comprobar Efe en el lugar, vecinos y autoridades locales de Santomera, próspera localidad agrícola murciana, de unos 14.000 habitantes y situada a 30 kilómetros de la capital, no salían de su asombro ante la confirmación de la muerte de Teresa Macanás, según confesó su propio hijo.

Fuentes de la investigación señalaron a Efe que, al parecer, la mujer fue decapitada ayer por Angelo en su bar "Mar de Galilea" con un cuchillos de grandes dimensiones.

Una vez cometido el parricidio, el hombre abandonó el establecimiento por la puerta trasera y con el bulto cubierto por un trapo, según se sabe hasta ahora, se paseó varias veces por la plaza de la Iglesia, una de las dos principales de Santomera.

Un vecino alertó a Emergencias 112 del siniestro relato del hombre apostado en la plaza, que poco más tarde fue constatado por las fuerzas de seguridad locales.

Según refirieron a Efe los lugareños, el presunto parricida Angelo Caratenuto había sido hospitalizado varias veces para tratamiento psiquiátrico y protagonizó episodios de violencia contra su progenitora.

Su madre, según los vecinos, tenía un fuerte ascendente sobre el hijo y "le tenía muy protegido", hasta tal punto que ella fue la que compró el local del bar y luego se lo regaló.

Relataron además que Teresa emigró a Alemania por los años setenta. Allí conoció a un italiano con el que se casó, Y tuvo dos hijos: Angelo y una hija, cuya identidad no se ha facilitado.

El matrimonio se divorció en Alemania y Teresa decidió regresar a su tierra con sus dos hijos.

Esta madrugada el detenido se encontraba en las dependencias de la comandancia de la Guardia Civil de Murcia.

Los restos mortales de su madre habían sido trasladados al anatómico forense del lugar a la espera de que se efectúe la autopsia.

Allí deberán ser reconocidos por su hija, la hermana de Angelo, a quien los psicólogos de Emergencias que acudieron a su domicilio le dieron la amarga noticia de la tragedia.

El suceso ha conmocionado a la población de Santomera.

El alcalde de la localidad, José María Sánchez Artés, declaró a Efe que todo esto "nos toca la fibra más sensible".

Se da la circunstancia de que en esta misma ciudad tuvo lugar, el 18 de enero de 2002, el asesinato de dos niños de 6 y 4 años a manos de su madre, quien los estranguló con el cable de un teléfono móvil.

La autora, Francisca González Navarro, fue condenada a 40 años de prisión.