Este trasvase corresponde al segundo trimestre del año hidrológico (enero-marzo) y ha sido decidido directamente por el Gobierno por la situación excepcional de sequía.

En esta ocasión, el Gobierno no autoriza el desembalse de agua para usos agrícolas como solicitaban los regantes del Segura ni tampoco para el sostenimiento ambiental del Parque Nacional de Las Tablas de Daimiel, que sólo tiene actualmente inundadas 60 de las 1.750 hectáreas de terreno susceptibles de encharcarse.