El presidente del Gobierno central, José Luis Rodríguez Zapatero, garantiza el mantenimiento del trasvase Tajo-Segura. El presidente de la Comunidad Autónoma de Murcia, Ramón Luis Valcárcel, le pidió ayer, durante el encuentro que ambos mantuvieron en La Moncloa, que acabe con la disputa entre Murcia y Castilla-La Mancha defendiendo la continuidad del Acueducto. Rodríguez Zapatero respondió que "el trasvase está funcionando y no se va a tocar. También se mostró dispuesto a estudiar las alternativas que le propuso Valcárcel, como la posibilidad de aliviar la presión sobre el Tajo con caudales procedentes de la presa de Azután (situada aguas abajo de Talavera de la Reina) o la recuperación del trasvase del Ródano.

Tras la manifestación convocada por el Sindicato de Regantes para el pasado día 14, que reunió a 200.000 personas en Murcia, según los convocantes, Valcárcel anunció que su intención era transmitir a Rodríguez Zapatero "el clamor por el agua que hay en Murcia".

Aunque la posibilidad de acudir al Ródano se la plantea como alternativa "remota", según explicó Valcárcel, el presidente regional destacó que no ha encontrado en Rodríguez Zapatero "al antitrasvasista de hace un año". Su conclusión es que "algo hemos avanzado". "Es un salto cualitativo que permite abrir un periodo de reflexión", dijo tras abandonar La Moncloa.

Asegura que Rodríguez Zapatero ha dado un espaldarazo definitivo al trasvase del Tajo al Segura, al asegurar que el Acueducto "funciona bien y no se va a tocar". Para el presidente regional, "la responsabilidad" a la hora de acabar con las pretensiones de Castilla-La Mancha de poner 'fecha de caducidad' al Acueducto corresponde al Gobierno central, por lo que pidió a Rodríguez Zapatero que defienda el trasvase del Tajo al Segura. "No podemos estar en una confrontación permanente", le explicó.

El presidente regional también le planteó la posibilidad de atender la demanda de Ciudad Real, los abastecimientos de Albacete y las aportaciones al parque natural de las Tablas de Daimiel con caudales procedentes de las presas del Azután y de Valdecañas, situadas aguas abajo de Talavera de la Reina, "que aliviarían la presión sobre el Tajo" que ejercen ambas provincias manchegas.

Valcárcel hizo hincapié en que había acudido al encuentro "con soluciones alternativas" y precisó que "yo no puedo estar pidiendo agua para la Región y negándosela a otras autonomías".

La posibilidad de traer agua del Ródano la vio su interlocutor como una "alternativa remota", aunque tampoco se negó a valorarla, mientras que dejó clara su negativa al trasvase del Ebro.

Rodríguez Zapatero se mostró dispuesto a analizar estas alternativas con la ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, y aconsejó a Valcárcel que se las plantee también a ella y que "hable mucho con ella".