Ramón Luis Valcárcel ofreció al presidente de Castilla-La Mancha, José María Barreda, la solidaridad de los murcianos para que esa comunidad solucione sus problemas de abastecimiento de agua, y le planteó celebrar una cumbre con la ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, para buscar el entendimiento entre todas las partes. Barreda se mostró abierto a tener una reunión tripartita con la ministra de Medio Ambiente y también aceptó la propuesta de Valcárcel de mantener futuros encuentros bilaterales, el primero de los cuales podría celebrarse en Murcia, según fuentes de la secretaría general de la Presidencia y Relaciones Externas.

Valcárcel insistió en que los que han cerrado el grifo del Ebro no pueden pretender cerrar también el grifo del Tajo, y fue firme en su defensa del trasvase del Ebro, pues junto con la desalación, el ahorro y las aportaciones del Tajo, "cierra el círculo para satisfacer las necesidades hídricas de la región de Murcia".

El presidente murciano trasladó a su homólogo un mensaje claro para Castilla-La Mancha: que los murcianos vemos en nuestros vecinos y hermanos a una comunidad solidaria, que desde 1980 aporta agua del Tajo, gracias a la cual Murcia ha pasado de ser una región de emigrantes a acoger trabajadores de todas partes. No obstante, hizo hincapié en que los murcianos pagan el agua del trasvase del Tajo. En concreto, dijo que en 24 años se han pagado unos 170 millones de euros, es decir, casi 30.000 millones de pesetas.

Valcárcel también recordó que la Región contribuye al aumento del PIB nacional con sus exportaciones agrícolas, ya que crea riqueza para toda España.