la vuelta a la rutina no es fácil para nadie. No lo es para aquellos niños que aun con ganas de volver a ver a sus amigos en el colegio, sueltan alguna que otra lágrima al entrar al aula, y tampoco lo es para sus padres, que pese a tener la posibilidad (en muchos casos) de teletrabajar, deben hacer frente a la conciliación familiar-escolar. Es en este punto en el que hacen aparición los centros educativos, cuyo papel en esta situación es la de ofrecer las herramientas necesarias para facilitar que la coordinación de las obligaciones escolares con las relaciones entre alumnado y sus familias se lleve a cabo con las máximas facilidades posibles.

Tras las vacaciones de Navidad, el retorno a las aulas, marcado claramente por la situación sanitaria, también ha puesto de manifiesto la importancia de la conciliación familiar-escolar. Está más que demostrado que el desarrollo psicosocial de los menores se ve favorecido cuando la relación con sus familiares es sana, algo que necesita de tiempo, pero un tiempo de calidad.

Entre las herramientas que se plantean para favorecer esta conciliación destacan las actividades extraescolares, que además de potenciar sus habilidades, son bienvenidas por ocupar un tiempo y ofrecer un margen de acción mayor a los adultos para poder también terminar su jornada laboral u otras actividades. Sin embargo, debemos llevar cuidado a la hora de elegir cuáles y cuántas actividades extraescolar realizarán nuestros hijos, pues se corre el riesgo de saturarlos. No es conveniente hacerles cargar con una mochila más pesada que la que ya llevan diariamente.

Es por ello que la comunicación entre centro educativo y familiares se antoja tan importante. Conocer los gustos y límites de los alumnos puede suponer el acierto o el fallo a la hora de elegir actividad extraescolar, y en ocasiones el remedio puede llegar a ser peor que la enfermedad.

Aula de madrugadores

Otro de los servicios que cada vez más y más centros educativos ponen a disposición de las familias para fomentar la conciliación son las aulas de madrugadores, necesarias para todas aquellas familias que necesitan dejar a sus hijos e hijas antes del horario escolar. Este servicio es una manera de fomentar entre el alumnado hábitos de alimentación e higiene, además de ser un espacio de juego y relax, y en el que un equipo de monitores acompaña a los alumnos en todo momento, ofreciéndoles espacio de juego, talleres y actividades adaptadas a la edad de cada niño y niña.