Una alimentación adecuada es requisito fundamental para garantizar el máximo rendimiento escolar del alumnado. El confinamiento para combatir la covid-19, que supuso el cierre de las escuelas en toda España, sirvió para evidenciar la importancia de todos aquellos elementos que iban más allá de las clases pero que eran igualmente clave en materia educativa. Por ejemplo, el comedor escolar. Y no solo a nivel de formación de los alumnos, sino también en algunos casos como pilar para combatir la malnutrición.

La desnutrición en los primeros años de vida afecta el crecimiento del cerebro y el desarrollo intelectual, y es que muchos niños y niñas acuden a la escuela sin haber desayunado e incluso sin haber cenado la noche anterior. Por eso, tal y como apunta el Síndic de Greuges de Catalunya, no ir al comedor escolar aumenta el riesgo de absentismo escolar y tiene efectos negativos sobre la adecuada nutrición de los más desfavorecidos.

Ante ello, las becas comedor de Educo, ONG de Cooperación Internacional por la Infancia, no solo garantizan una alimentación sana y equilibrada a niños y niñas de familias con dificultades económicas, son también un importante factor de integración de estos pequeños en la escuela y les ayuda a mejorar su rendimiento. «Se trata de un programa puesto en marcha en España en el 2013, cuyo objetivo es garantizar una comida completa y saludable al día a niños y niñas en situación de riesgo de pobreza y exclusión social en los comedores escolares», explican desde la entidad. Desde entonces, ha llegado a casi 380.000 niños y niñas, con más de 3.300.000 comidas.

Campaña de donaciones

Las becas para el curso 2021-2022 beneficiarán a alrededor de 2.000 niños de 250 centros escolares, proporcionando unas 320.000 comidas durante todo el año. Para conseguir que así sea, Fundación MAPFRE lanzó la campaña de donaciones ‘Alimentando a los más pequeños’, que permite contribuir con este proyecto de Educo para garantizar una nutrición adecuada en el comedor escolar de los niños y niñas más vulnerables.

Las donaciones recibidas van destinadas a apoyar el coste del comedor en un porcentaje que va desde el 25% al 100%, en función de las necesidades reales de las familias. En este sentido, los costes promedio de una beca son de 3 euros al día y 468 euros al año.