Las consecuencias de la crisis sanitaria también se han dejado notar en un ámbito educativo que se ha visto afectado por el cierre de colegios, la transición de una enseñanza presencial a una digital, y la incertidumbre en torno a los procesos habituales del sistema educativo.

Todo ello plasmado en el informe ‘Panorama de la educación en España tras la pandemia de la covid-19: la opinión de la comunidad educativa’, un estudio realizado por investigadores de las Universidades de Granada y Málaga a través del cual se aborda en profundidad esta cuestión. De este estudio se desprende que es esencial aumentar los servicios de apoyo psicológico y social, y de salud mental en los centros educativos.

Una de las grandes preocupaciones señaladas por los profesionales docentes, reflejada en el estudio, es el seguimiento de su alumnado, no sólo en cuestiones académicas sino en relación con su estado físico y socioemocional.

También se desprende que es necesaria una nueva cultura de la cooperación y la coordinación dentro de los centros, desde la cual deben atenderse los dos problemas fundamentales: el ajuste de los tiempos y los espacios de enseñanza a la nueva situación y el reto de la enseñanza a distancia y semipresencial.

Al colectivo docente le preocupa principalmente la soledad desde la cual han tenido que desarrollar su labor profesional durante el confinamiento, se muestra agotado y demanda acompañamiento, tanto profesional como psicológico, así como una mejor formación para poder trabajar de forma colaborativa con sus compañeros.