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Exactamente un año ha pasado desde que las puertas de ‘La Deseada’ vieron salir a hombros a los diestros Cayetano Rivera Ordóñez, Paco Ureña y López Simón, que acabó sustituyendo a ‘El Fandi’ en el cartel de la última edición de la Feria Taurina del municipio. 365 días de la última gran faena acontecida en la Plaza de Toros de Cieza, que este año ha visto como su temporada taurina se ha truncado a causa de la crisis del coronavirus.

La afición a los toros en Cieza se remonta cientos de años, en unos inicios en los vecinos se limitaban a improvisar ruedos con tablones, correr toros por las calles e incluso traer una plaza portátil de Abarán para poder llevar a cabo las corridas de la feria. No sería hasta 1891 cuando se pudo crear la primera plaza de toros estable, siendo inaugurada los días 24, 25 y 26 de agosto de ese mismo año por los diestros malagueños ‘El Soldadito’ y ‘El Contrario’.

En 1905, las corridas desaparecieron del panorama ciezano por unos meses, y no fue hasta tres años más tarde cuando la tradición taurina de la localidad sufriría un punto de inflexión. La sociedad ‘La Deseada’ proyectó un coso taurino de obra, con capacidad para 6.000 personas, que aunque no vio terminada su construcción hasta 1921 pudo ser estrenada el 24 de agosto de 1912 por los diestros Villa Villita ‘Habla poco’ y Gaspar Izquierdo ‘El Yeclanito’, con reses de Samuel Flores.

‘La Deseada’, con la típica estructura plaza-coliseo, ha sido testigo durante más de un siglo de las faenas de toreros de todos los rincones del país, y debido a la gran afición por los toros en Cieza a finales del Siglo XIX y principios del XX, presenció el surgimiento de distintos diestros de segunda fila de la localidad, entre los que destacaron el banderillero José Hortelano ‘Pipio’ y Apolonio Villa ‘Habla poco’.

No lo queda otra a esta plaza de toros centenaria que capear el temporal de la mejor manera posible y aguardar con esperanza que la situación de crisis en la que el planeta se encuentra inmersa pase cuanto antes, si quiere que los ‘olés’ vuelvan a oirse con fuerza en su interior.

Las grandes faenas

La Plaza de Toros de Cieza ha disfrutado a lo largo de más de un siglo de historia con innumerables matadores de gran nivel mundial, pero sin duda hay una fecha histórica que ‘La Deseada’ guarda en su memoria por la categoría de su cartel: Pepe Bienvenida, Carlos Arruza y Manuel Rodríguez ‘Manolete’.

Se trata del 26 de agosto de 1944, en plenas fiestas patronales del municipio ciezano, cuando los diestros de Madrid, Córdoba y México coincidieron para lidiar un total de seis toros de Sánchez Valverde. La rivalidad entre Arruza y ‘Manolete’, dos de las grandes figuras del toreo por entonces, se tomó su primer ‘duelo’ cara a cara en Cieza. El mexicano era conocido por su espectacularidad y seguridad con las banderillas, mientras que de ‘Manolete’ se cuenta que llegaba a Cieza tras realizar la faena más soberbia de toda su trayectoria, en la tradicional Corrida de la Prensa en Madrid.La tarde se saldó con un claro triunfo del cordobés, que acabó cortando orejas y rabo, mientras que Arruza tan solo lograría cortar una oreja. Pepe Bienvenida se limitó a cumplir, tal y como indican las crónicas de la época.