Ecologistas en Acción lamenta que Cieza volviese a amanecer ayer «envuelta en una densa nube de humo por la quema de alpacas de paja, que ha tenido lugar en algunas explotaciones agrícolas».

Estas quemas se producen para combatir los efectos que las bajas temperaturas puedan tener en las plantaciones de frutales. «Sin embargo, las nubes de humo que se generan se desplazan por el valle y alcanzan a los núcleos de población y afectando a miles de personas», afirmaban en un comunicado.

Desde la organización se insiste en que esta práctica dispara los niveles de contaminación por partículas y supone un riesgo para la población. Respirar este humo, explican, afecta a la salud, con efectos que pueden ir desde el dolor de cabeza, irritación de ojos y vías respiratorias, tos, problemas respiratorios y asma, hasta crisis más agudas entre las personas que sufran algún tipo de problema respiratorio previo.