Los organizadores del Descenso del Cañón de Almadenes no pudieron soportar ayer la emoción tras anunciar que este año cuando llegue el último fin de semana de julio, las aguas bravas del Segura no van a ver desfilar, por primera vez en más de 30 años, a las singulares balsas rústicas. No habrá pues trigésimosegunda edición de esta prueba, una de las más importantes de cuantas se celebran en la Región a lo largo del año, «porque hay que pasar página y porque hemos cumplido con una etapa». Así se expresaba Pedro Ríos, presidente del Grupo GECA de la Organización Juvenil Española, la entidad que se ha encargado de organizar el descenso desde que fue creado en 1986 y en el que en los últimos años ha habido varios accidentes e incluso un fallecido hace dos años.

«El Hogar del Guía de la OJE de Cieza se abre hoy para anunciar la que probablemente sea la decisión más dura que esta organización ha tomado en su historia. La OJE de Cieza ha decidido que el Descenso Cañón de Almadenes no volverá a celebrarse», aseguraba ayer Ríos en rueda de prensa.

Unas palabras que sonaron en lo más hondo de los corazones de los miembros del colectivo que se dieron cita para arropar a sus representantes en el difícil anuncio. Según dijo Ríos, «de un tiempo a esta parte, han sido continuas las conversaciones entre nosotros, los compañeros de la OJE, compañeros de todas las edades que han coincidido plenamente en que el Descenso Cañón de Almadenes no va a crecer más. Sus características hacen que nuestra sensación de haber tocado techo sea palpable por todos desde hace unos años. Las caras de ilusión se han ido convirtiendo en caras de sufrimiento, preocupación y por qué no decirlo, miedo», leía el presidente muy emocionado.

Ríos añadió que «cuando pones en la balanza todo y compruebas que se está haciendo algo casi por inercia, que al mirar a tus compañeros a los ojos, estos ya no brillan. Creemos que es el momento de ser honestos con los participantes, con la actividad que más queremos y sobre todo con nosotros mismos. Es el momento de acabar y así lo hemos hecho», sentenció.

«Para nosotros es muy duro, pero no es el estilo de la OJE mantener las cosas en base a un prestigio. En esta casa todo tiene que estar impregnado de la ilusión. Nuestro querido descenso ya no nos ofrece nada de esto y por eso ha llegado la hora de despedirnos de él», explicó para añadir que en la memoria colectiva «quedará todo lo bueno, la aventura vivida y la impresión de que estábamos haciendo algo único y diferente».

La prueba más veterana

Hace casi 32 años, un grupo de miembros de la OJE de Cieza, acompañados por otros que realizaron labores de logística, se adentraban en el Cañón de Almadenes con la intención de descenderlo por primera vez, aludiendo por aquel entonces a motivos de lucha medioambiental y defensa del Río Segura. Sin embargo, ese primer descenso fue la chispa que prendió y creó la que era la prueba deportiva más veterana de las que se realizan en Cieza y una de las de toda la Región de Murcia.