Cieza volvió a reencontrase ayer con una de sus tradiciones más antiguas, las denominadas 'Lumbres de San Antón', una fiesta popular por la que los vecinos, de manera espontánea, encienden sus hogueras en las calles y plazas de la localidad. La cita se convierte en una divertida competición entre barrios y calles para ver quién prende la lumbre más grande.