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La mezcla entre tradición y modernidad suele ser el paso previo al éxito de un ayuntamiento que pretende hacer vibrar a sus habitantes con motivo de sus festejos patronales. Así sucede cada año en Cieza, una localidad que coincidiendo con la llegada de agosto se sumerge en su feria y fiestas para rendir homenaje a San Bartolomé.

La hoja de ruta confeccionada este año por el Consistorio cuenta con actividades para todos los públicos, con un especial protagonismo para aquellas catalogadas como tradicionales. Son, por ejemplo, las promovidas por la hermandad del patrón del municipio, como el traslado procesional de la imagen de San Bartolomé, el pasado día 15, desde su ermita hasta la Basílica de Nuestra Señora de la Asunción o la concentración de peñas huertanas y la gran verbena popular que están previstas para el día 24.

La pasión de los ciezanos por la gastronomía también sale a relucir durante estos días de carácter festivo. Una prueba inequívoca de su buen gusto a la hora de cocinar llega de la mano de la denominada Fiesta del Arroz y Conejo, que el próximo jueves, a partir de las doce del mediodía, reunirá en su seno a cientos de personas que cocinarán las tradicionales paellas en un entorno privilegiado, en el Paseo Ribereño, a orillas del río Segura.

Dentro de la lista de eventos con una mayor carga histórica brilla con luz propia el Campeonato del Mundo de Lanzamiento de Hueso de Oliva del viernes 26 de agosto, que cumple su vigésimo segunda edición y que tendrá lugar en el Huesódromo de Cieza, ubicado en la calle Reyes Católicos, esquina con Pérez Cervera.

Las miradas apuntarán, de igual forma, al desfile de carrozas (sábado 27), en el que tomarán parte tanto las peñas como las comparsas, y a la multitudinaria Carrera de Autos Locos, que se desarrollará al día siguiente con el Camino de Murcia como escenario de excepción.