Los agricultores del norte de la Región no terminan de recuperarse tras la fuerte helada que el pasado 17 de febrero acabó con gran parte del melocotón extra temprano de Cieza y Abarán, del albaricoque del Noroeste y de diferentes frutales en Jumilla. Desde entonces, el sector viene demandando la confección de un Decreto de medidas excepcionales al Gobierno central que indemnice a los afectados por las heladas y que no tienen cobertura debido a las limitaciones que tienen los seguros agrarios.

Los plenos de los ayuntamientos afectados y la propia Asamblea Regional se pusieron de lado de los agricultores solicitando, por un lado, las mejoras de las condiciones agrarias, y por otro, la habilitación de partidas que atenúen los 45 millones de euros en pérdidas de sufrió el sector. Más de cuatro meses después de aquellas heladas, parece que el actual sistema de asegurado tiene visos de sufrir una profunda remodelación beneficiaria para los abnegados empresarios agrícolas, pero ese decreto estatal ni está y, por las noticias que hay al respecto, ni se le espera.

Pascual Morcillo es propietario de una plantación de frutales en el paraje de Las Ramblas, en Cieza, y comercializa sus productos de manera directa a través de Frutas Tomillo. Confirma, al igual que desvelara el responsable de fruta de hueso de Fecoam, Pascual Hortelano, en la edición de este pasado domingo en LA OPINIÓN, que los campos de Cieza y comarca «se están quedando sin fruta para vender por los graves daños sufridos».

Afirma que, al margen de los millones de piezas que 'murieron en el acto' se suman las que lograron sobrevivir pero con grandes deformaciones. «Vemos ahora frutos rajados en hueso o una pieza totalmente madura y otra completamente verde en una misma rama», añade, «por no hablar de la coloración, muy importante para una buena presencia en los mercados y que este año es muy anormal", explica.

Pascual Morcillo no duda en señalar que este año y por regla general «el agricultor no ha ganado dinero y algunos se van a plantear abandonar explotaciones».