Acuamed, el ente público que se ha encargado de la construcción del Paseo Ribereño de Cieza, ha solicitado los permisos pertinentes para proceder al corte de las cañas en las riberas del río en las que se ha actuado durante los últimos meses y donde el vegetal ya ha comenzado a rebrotar.

Sin embargo, y según la normativa vigente, está prohibido cortar las cañas entre el 1 de abril y el 31 de julio debido el periodo de nidificación de las aves. Acuamed justifica la solicitud argumentando que las cañas aún no han crecido lo suficiente como para que se produzca nidificación. A día de hoy, el ente no ha obtenido respuesta por parte de la consejería de Medioambiente.

Mientras tanto, los vecinos del municipio ven como, de nuevo, las cañas impiden ver el río mientras se pasea a lo largo de los más de diez kilómetros de la ribera que se ha remodelado. Del mismo modo, se alerta de la proliferación de incendios en aquellas zonas donde los cañaverales no se han acondicionado desde hace años. Los afectados están haciendo llegar sus quejas a través de las redes sociales, pero hasta la fecha nadie pone solución.

La empresa Tragsa tutela la subcontrata de Acuamed para el mantenimiento del río hasta el próximo 31 de diciembre de este año. A partir de entonces, será el Ayuntamiento quien deba recoger el guante y volver a subcontratar o asumir el mantenimiento de la zona con personal propio.

El nuevo paseo ribereño se ha construido sobre una extensión de alrededor de 8 kilómetros en ambos márgenes del Segura. Se han habilitado senderos y nuevas zonas de recreo, además de la colocación de tres nuevas pasarelas que comunican los dos lados del cauce. Las obras generaron una fuerte polémica entre los colectivos de tendencia ecologista y los benefactores de la actuación. Los primeros consideraron que se trataba de una urbanización en toda regla mientras que los segundos tildaron la obra de «regeneración ambiental».