«Todas las actuaciones realizadas por el Consorcio de Almadenes tienen un soporte administrativo y legal», indicó Matías Ríos, concejal de turismo de la anterior Corporación, respondiendo a las dudas suscitadas por la instalación de unas placas solares bajo el mirador de la cueva de La Serreta y el cierre temporal de una vía ferrata en el entorno.

Estas declaraciones vienen a «aclarar» la agitación que ambas iniciativas crearon en ciudadanos, senderistas y expertos en patrimonio días atrás de la que LA OPINIÓN se hizo eco el pasado domingo.

La cueva de La Serreta y el entorno del Cañón de Almadenes están declarados Bien de Interés Cultural y Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, por lo que la actual corporación ciezana ha solicitado informes para recolocar el sistema de energía y asegura que «retirará las cuatro placas instaladas y quitará la cámara de donde está, para ponerla en un lugar mejor y oculta».

Ríos aclaró que «todas las actividades y obras realizadas en Almadenes obedecen al Consorcio», del que forma parte el ministerio de Medio Ambiente, la Comunidad Autónoma y los ayuntamientos de Cieza y Calasparra y en el que él no es el máximo responsable. El ex edil de Turismo explicó que las cuatro administraciones han trabajado para «compatibilizar la explotación turística de la zona y el control y el mantenimiento del entorno medioambiental».

En ese sentido apuntó que él, junto al Partido Popular de Cieza, ha mantenido reuniones con el actual equipo de gobierno con el fin de «apaciguar los ánimos de la opinión pública» porque «todas las actuaciones tienen su soporte legal y administrativo».

Un técnico decidió la ubicación

La colocación de cuatro nuevas placas solares bajo el mirador de la cueva de La Serreta «cumplen las funciones de interpretación del Consorcio de Almadenes». Con el objeto de controlar a afluencia al cañón, la entidad ha colocado cámaras «que graban continuamente la zona para evitar que la afluencia turística perjudique la zona», dijo.

La instalación consiste en cuatro placas, cámaras de seguridad y una antena Wifi «puesta en el lugar que sugirieron los técnicos medioambientales». El ex edil argumentó que fueron los propios técnicos de la Consejería los que decidieron ponerlas bajo la entrada a la gruta «junto a las dos anteriores ya colocadas».

Sobre la existencia o no de permisos para llevar a cabo la instalación, Matías Ríos reconoció que «al parecer no hay licencia de la dirección general de Patrimonio Histórico, aunque sí de Medio Natural» y que la instalación «se puso con premura obedeciendo a esa mala interpretación del período en el que se podía trabajar en la zona según el requerimiento de la Comunidad Autónoma».

También asumió que la instalación «no está hecha con la mayor finura» y que se ha acordado con el actual equipo de gobierno ciezano hablar con «la empresa para establecer licencias, retomar el tema y arreglar algo esencial».

Las placas actuales se quitarán

El actual edil de Medio Ambiente, José Eduardo Illueca, explicó ayer a esta Redacción que las cuatro placas actuales «van fuera». La retirada de la instalación tendrá lugar cuando se hagan los estudios pertinentes «que ya están en trámite».

«La intención del Ayuntamiento es quitar las placas e intentar mantener una instalación bien puesta, que quizá pase por añadir una tercera placa a las dos primeras, que están bien instaladas», argumentó.

Además, Illueca indicó que «la cámara situada en el cañón también tendrá que cambiar de ubicación, ya que debería estar disimulada» y que los cables «tampoco están bien instalados, porque ese tipo de cableado debe no puede estar al aire».