La Sala de lo Contencioso del Tribunal Superior de Justicia de la Región (TSJ) ha desestimado el recurso presentado por la madre de una niña de 13 años a la que extirparon un ovario y que reclamaron una indemnización de 146.000 euros a la Consejería de Sanidad al considerar que fue víctima de una mala actuación médica. La sentencia indica que la chica fue atendida el 6 de octubre de 2007 en el servicio de urgencias de un hospital de Cieza por padecer un dolor en el costado derecho, siendo remitida a su domicilio tras realizarle una analítica y una radiografía.

Horas después, al persistir el dolor, acudió de nuevo al centro hospitalario, donde le administraron calmantes, viéndose obligada el día 8 del mismo mes a ir al médico de familia, que le prescribió un fármaco contra el estreñimiento y que le comunicó que había que esperar al resultado de las pruebas realizadas dos días antes.

Al no desaparecer el dolor, ingresó en el mismo hospital, donde fue intervenida quirúrgicamente, extirpándole un ovario y el apéndice. La demandante añadía que la existencia del tumor podía haber sido detectada antes «con una simple ecografía, y la omisión de esta prueba ha supuesto que la niña se vea privada de un ovario, con las limitaciones de las expectativas de maternidad que ello supone».

Al desestimar su reclamación, la Sala de lo Contencioso dice que «dado el tamaño de los quistes, 10x8 y 6x4 centímetros, no se hubiera evitado la soforectomía».

El tribunal dice también que «n

o se ha acreditado que, de haberse hecho la ecografía con anterioridad, el resultado hubiera variado; no olvidemos que estamos hablando de tres consultas médicas en tres días consecutivos, no de una dilación de meses o años».