Negocios de verano
Las bases náuticas de Cartagena y San Javier, sin puntos a principios de julio
Los empresarios denuncian que todavía no han concluido los procesos de licitación por las nuevas exigencias de Costas

La playa de La Cortina, donde tradicionalmente se ubica un punto náutico, en una imagen el pasado verano. / Iván J. Urquízar
Las bases náuticas de Cartagena y San Javier todavía no han podido montar sus puntos en el litoral este verano, aunque ya estamos a principios de julio por lo que los empresarios dan «la temporada por perdida». Con las playas llenas de residentes, visitantes y turistas en plena canícula a día de hoy no han comenzado a funcionar los negocios de kayak, paddle surf e incluso escuelas de vela, entre otros.
Este viernes el Ayuntamiento de Cartagena sacó a licitación los 19 puntos de elementos náuticos que dependen del Consistorio. En el caso de San Javier el proceso de oferta pública comenzó antes de recibir el permiso de Costas. Si bien los empresarios del sector apuntan a que se podía haber realizado con más antelación a la hora de sacar los contratos, al igual que en el caso de los chiringuitos dirigen sus miradas hacia la Demarcación de Costas del Estado porque «se está aplicando la misma ley y sí es verdad que Costas la está interpretando de forma diferente o está siendo un poquito menos benévolo a la hora de aplicarla».
Esta situación se desencadena porque este año es cuando los Consistorios de Cartagena y San Javier debían ofertar a los empresarios estas instalaciones siguiendo las directrices de Costas, que es el organismo competente.
Desde Estación Náutica Costa Cálida señalan que uno de los requisitos de Costas en esta convocatoria es que los puntos salgan a licitación para que cualquier mercantil pueda optar a ellos, cuando tradicionalmente se hacía un negociado con las empresas que ya funcionaban en las zonas cercanas con locales fijos durante todo el año por ejemplo.
«Los empresarios están esperando a poder ganar esta licitación para invertir», explican desde el sector, haciendo hincapié ademas en que trabajan con una «una previsión que este año se ha perdido totalmente». El no saber cuando van a comenzar a funcionar los negocios o si van a hacerlo finalmente ha hecho que muchos empresarios y sobre todo los propios trabajadores «se han tenido que ir a otras comunidades porque no tenían la garantía de poder trabajar o tener esa fluidez de clientes y usuarios». Algunos han optado por trasladarse a otras zonas de costa como Mallorca.
Algunos negocios que tienen locales fijos durante todo el año cerca de la playa «han podido abrir pero luego necesitan la licitación del espacio público que utilizan para poder tener las embarcaciones de vela, los kayak y demás embarcaciones y material». Los responsables de dichas empresas «al final han tenido que abrir, porque estamos desde Semana Santa a la espera de todo este procedimiento en donde decimos que tanto ayuntamientos como Costas han fallado». Afirman que «el sistema ha fallado».
«No puede ser que a estas fechas estemos así. Este tipo de empresas han tenido que abrir porque perdían su actividad», apuntan, a la vez que recuerdan que «estamos luchando por la desestacionalización, por supuesto, pero al final donde hacen la mayor facturación es en estos meses».
«Ahora nos encontramos con que las empresas que anteriormente se les daba directamente por cercanía los puntos, tienen que licitar y también puede ofertar cualquier otra empresa, y luego en otros casos donde los puntos de elementos náuticos que nosotros queríamos que con mucha previsión pudieran ser publicados, ahora mismo en la fecha que estamos los empresarios se están pensando si licitar o no».
Porque según explican aunque ya hayan salido las ofertas públicas «la temporada con el procedimiento que conlleva también la licitación nos vamos a ir a finales de julio o principio de agosto y la temporada es que ya se ha echado».
Las pérdidas económicas que está conllevando esta situación para los empresarios son variables, pero «habría que calcular las inversiones que podrían hacer las diferentes empresas que iban a pujar por esos puntos si hubieran salido en tiempo y forma».
Además, de los perjuicios para los propietarios de escuelas náuticas los usuarios también se ven perjudicados porque «ahora mismo las playas no tienen atractivo ni servicios turísticos en la costa».
Asimismo, unos 250 trabajadores ven con incertidumbre como avanza el verano sin saber si podrán o no comenzar a facturar.
«Esta temporada la damos por perdida pero intentamos ser bastante constructivos para que el año que viene no suceda esta situación, haciendo con mucha mayor antelación los pliegos y las diferentes condiciones que puede pedir Costas, pero también tiene que ser un trabajo colaborativo entre las diferentes administraciones y hasta ahora mismo no se ha trabajado en conjunto. Pedimos intentar crear una mesa de trabajo para cambiar esta perspectiva y también que no sean puntos temporales, sino también intentar trabajar por alargar la temporada de estos negocios y que sean anuales», concluyen desde Estación Náutica.
Por su parte, el concejal de Litoral de Cartagena, Gonzalo López Pretel, apuntó que «las normas de Costas han cambiado al igual que con los chiringuitos, sin previo aviso y sin dar una explicación y ha dicho que lo tenemos que sacar en libre concurrencia, cosa que es incompatible porque también la ley dice que no puede haber una instalación que haga competencia a otra a menos de 100 metros de distancia, por tanto, hemos esperado a tener la autorización de Costas, que nos llegó la semana pasada y hemos hecho un procedimiento de urgencia, que son siete días naturales y hemos sacado a concurso la licitación solo una semana».
«Ya sabemos que hay empresas que tienen la documentación y la están empezando a presentarla, entendemos que cuando estén las adjudicaciones hechas podrán abrir al día siguiente», comenta el edil.
López Pretel adelanta que «estamos planteando que para el próximo año y siguientes, que los propios interesados hagan la solicitud y licitación directamente con Costas puesto que son ellos los que deciden qué, cuándo y de qué manera se puede hacer la instalación. Nosotros ponemos nuestros equipos a trabajar con empeño y dedicación, pero Costas marca el ritmo y las resoluciones y eso crea frustación y confusión en las responsabilidades que este año, sin duda, es achacable sin duda a Costas».
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