Una red de cien cámaras controla el tráfico de Cartagena y ayuda a resolver delitos

La huida de un ladrón tras robar en una vivienda, la fuga de un conductor tras atropellar a un ciclista o actos vandálicos en un monumento. Estas son algunas de las actuaciones en las que los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado pueden utilizar las cámaras de vigilancia que la concejalía de Seguridad Ciudadana, dirigida por José Ramón Llorca, ha instalado en el municipio.

En concreto, en la última licitación que sacó a contratación el Ayuntamiento se han instalado 59, que se han sumado a la red de videovigilancia que ya componen alrededor de unas cien cámaras. Según explicó Llorca, continuando con las previsiones municipales se seguirá ampliado esta red hasta el final de la legislatura con la intención de que en 2027 haya unas 300 funcionando.

En estos dos años el Consistorio ha invertido unos 300.000 euros en la adquisición y montaje de estas cámaras, cuyo precio medio es de 3.000 euros. Algunas de ellas funcionan a través de módems 4G, otras conectadas a la red eléctrica y también las hay con energía solar.

Dichas cámaras se han colocado por todo el municipio, organizado en siete distritos, en puntos estratégicos y zonas críticas señaladas por Policía Local. En cada distrito hay ya ubicadas mínimo entre tres y cinco cámaras en zonas como La Azohía, Canteras, Tentegorra, La Puebla, Alumbres y Santa Lucía.

Este sistema de videovigilancia, que sirve para mejorar la regulación del tráfico y reforzar la seguridad en barrios, diputaciones y lugares de interés patrimonial y turístico como el Molinete o los restos arqueológicos del Decumano Máximo, se monitoriza desde la Sala de Control del Parque de Seguridad.

Los policías locales encargados de revisar las grabaciones disponen de mapas con la ubicación de las cámaras en cada distrito así como varias pantallas, para seleccionar las zonas que quieren visualizar simultáneamente.

Además, algunas de ellas son móviles para poder mover su enfoque y también se incluye en esta red las que controlan las Zonas de Bajas Emisiones, que incluso pueden contar los vehículos. Asimismo, Bomberos también puede acceder a las que hay instaladas en algunas zonas como determinados montes, siguiendo sus recomendaciones, en caso de que haya un incendio.

Los agentes de Policía Nacional y de Guardia Civil, gracias a su coordinación con Policía Local, pueden utilizar estas imágenes para extraer datos sobre infracciones penales ya que sirven para identificar a vehículos y personas, así como las rutas que han seguido.

Estas grabaciones se acumulan en los servidores municipales un máximo de 30 días y después son reemplazadas por nuevas imágenes si no son reclamadas, siguiendo la ley de protección de datos.

Respecto al control del tráfico sirven para identificar atascos, detectar infracciones como un vehículo en sentido contrario o alta velocidad sin parar en semáforos y avisar a los agentes más cercanos para que acudan a la incidencia.

Estructura periférica

Esta red de videovigilancia se suma a la estructura periférica que se ha puesto en marcha con la creación de varios cuarteles de Policía Local en barrios y diputaciones para aumentar los recursos de seguridad en el municipio, una apuesta de las más fuertes de Llorca, y del gobierno de Noelia Arroyo, desde que se hizo cargo de la concejalía.

En concreto el acuartelamiento de Policía Local ubicado en Cuesta Blanca comenzará a prestar servicio en verano cuando acaben las obras de remodelación de la antigua gasolinera, lo que incrementa la apuesta del edil por mejorar la cobertura policial en todas las zonas del municipio, que también incluye la puesta en marcha de los nuevos cuarteles de Los Dolores y La Aljorra, así como el cambio de ubicación del destacamento del casco antiguo, que se instala en el remodelado hotel Peninsular.