El señor del Lago estrena cofradía en Cartagena

Por primera vez en su historia la Cofradía del Santísimo Cristo de la Divina Misericordia, conocida como ‘Cristo del Lago’, procesionó este Viernes de Dolores por las calles del casco histórico de Cartagena. Además, este 2025 se cumplen 47 años desde que comenzaron a realizar este Vía Crucis con las 14 estaciones escritas por San Juan Pablo II.

El cortejo partió de la capilla ubicada en la plaza de la Merced a las seis y media de la tarde, para recorrer la Plaza de la Merced, Duque, Plaza de San Ginés, San Francisco, Campos, Jara, Plaza de San Sebastián, Puerta de Murcia, Santa Florentina, Parque, Plaza Puerta de la Serreta, Serreta, Caridad, Plaza lnmaculada, y Duque hasta volver a la Merced.

La Policía Local escolta al Cristo de la Misericordia desde el año 1981 y ahora porta un Banderín bordado a ambas caras que este viernes desfiló delante del Cristo abriendo el paso, desde que en el 2016 fue nombrada Escolta de Honor Perpetua del Cristo en la Real Basílica de la Caridad.

La imagen del Señor del Lago es obra una obra de Francisco Salzillo que representa a Jesús Maniatado en el momento de su Misericordiosa Entrega. Esta obra es la imagen más antigua de Cristo de cuantas desfilan en la Semana Santa de Cartagena y luce una peluca de pelo natural, realizada con pelos que sus devotas se dejan crecer, para después donarlo a la imagen. El Cristo tiene una peluquera personal dedicada al cuidado de la peluca, Lourdes Guillermo Díaz, quien durante todo el año está pendiente de su limpieza, rizado y estética.

Además, cientos de fieles se acercaron a realizar el Vía Crucis, para contemplar también las imágenes de la Virgen de los Desamparados y de San Juan Evangelista, y siguieron la procesión como promesas. El corazón de esta procesión tal especial es el Lignum Crucis traído desde el Vaticano, que incluye un trozo de la Cruz donde fue crucificado Jesús.

Un San Juan renovado

La capa y la túnica que lució la imagen del trono del San Juan que es nueva, ha sido elaborada por el bordador José Vivo Orenes de los talleres de Jabalí Nuevo, y donada por Maite Malabia, camarera del San Juan y por su marido Estanislao. Además, se ha renovado la iluminación y se ha mejorado el arreglo floral. Asimismo, la peana intermedia del trono se ha recuperado con 8 cartelas y en las tulipas se estrenan unos guardabrisas, mientras que las patas del trono las han cambiado de la madera aluminio.