Patrimonio

Dos nuevos monumentos de Cartagena incluidos en la lista roja de patrimonio en peligro

Hispania Nostra da la voz de alarma a petición de un particular sobre el estado de conservación del Depósito de agua de Canteras y la ermita de San José de Lentiscar

Estado actual del Depósito de agua de Canteras, ubicado cerca de la zona donde se desarrolla el proyecto ‘Bosque Romano’.

Estado actual del Depósito de agua de Canteras, ubicado cerca de la zona donde se desarrolla el proyecto ‘Bosque Romano’. / Loyola Pérez de Villegas

Alamar, alerta, peligro, sinónimos todos ellos para señalar algo que está en grave riesgo. Como los dos nuevos símbolos del patrimonio local que han sido incorporados a la Lista Roja de Hispania Nostra a petición de un particular. En concreto se trata del Depósito de agua de Canteras y la ermita de San José de Lentiscar

La ermita de San José de Lentiscar, que fue construida en 1729 como un lugar de culto para los pastores trashumantes que atravesaban la cercana vereda con sus rebaños, ha sido incluida porque «se encuentra en un estado de ruina avanzado, descrito como ‘pésimo’ por los técnicos del Ayuntamiento». 

Detallan que «varias de sus cubiertas se han derrumbado y los muros presentan daños estructurales severos; las capillas, que antaño albergaban retablos e imágenes religiosas, ahora están cubiertas de grafitis y la cúpula corre riesgo de hundimiento; mientras que la cripta y las tumbas anexas que databan mayoritariamente de mediados del siglo XIX han sido saqueadas». 

Asimismo, el monumento de Canteras ha sido incluido porque a día de hoy «el depósito presenta diversos problemas de conservación». Según se recoge en su descripción, las estructuras metálicas, como cerchas y rejas, muestran un avanzado estado de oxidación, mientras que la humedad, tanto por filtraciones como por capilaridad, ha deteriorado los ladrillos y generado grietas en los muros. 

Además, «las cargas puntuales de las cerchas han provocado fisuras estructurales, y la cubierta de tejas alicantinas presenta daños significativos por falta de mantenimiento. También se observan daños causados por biodeterioro, como la proliferación de líquenes y hongos, y el crecimiento de plantas en juntas y cornisas», explican sobre sus motivos para lanzar la alerta por su estado de conservación. 

A menos de un kilómetro de este lugar desde el que se abastecía de agua potable a la población desde 1094 se encuentran las canteras romanas. En esta ubicación y sus alrededores el Ayuntamiento está desarrollando el proyecto Bosque Romano junto al Centro Tecnológico de la Energía y el Medio Ambiente, la Asociación de Naturalistas del Sureste y ARBA, la Asociación para la Recuperación del Bosque Autóctono de Cartagena. Esta iniciativa busca crear un corredor verde.

Restos arqueológicos

Si bien en 2023, formando parte de los estudios previos a la redacción del proyecto, se realizó una prospección arqueológica en el área que se iba a ver afectada por los trabajos, donde se identificaron una serie de evidencias que muestran el interesante valor arqueológico de la zona, apuntaron fuentes municipales. 

«En este trabajo, se puso de manifiesto cómo el hombre ha querido siempre habitar en el entorno de este paraje atraído por la suave orografía del terreno, su proximidad a una colada natural, el cauce de la rambla, así como el valor geológico de las areniscas empleadas como material constructivo en todas las épocas», explicaron. 

A lo largo de los trabajos, consistentes en un examen visual de la superficie con metodología arqueológica, se recuperaron algunos materiales que indican un ámbito cronológico muy amplio. Los objetos más antiguos recuperados son varias lascas de sílex, que a pesar de encontrarse en superficie y descontextualizadas, podrían ser indicadores de presencia humana en esta zona desde época prehistórica, como ya se ha identificado en varios puntos de la zona oeste tales como La Torre de Nicolás Pérez, los Puertos de Santa Bárbara, Tallante, el Campillo e Isla Plana por citar unos pocos ejemplos, a los que se unen otros más conocidos en las zonas costeras como la Cueva de los Aviones, en la franja portuaria, o Las Amoladeras, en la playa a la que da nombre. 

Por otro lado, «se han localizado restos materiales comprendidos entre los siglos III a.C. hasta el siglo II d. C., correspondientes a la ocupación púnica y romana de Cartagena, ampliando las zonas en las que ya se había advertido la existencia de yacimientos arqueológicos y que encaja perfectamente, con la explotación, en época antigua, de las ‘canteras’ que dan nombre a la población». 

Asimismo, este pasado lunes el Boletín Oficial de la Región de Murcia publicó una corrección en la declaración de la Chimenea II de la antigua Fundición de Santa Lucía como un bien catalogado por su relevancia cultura, para reconocer que esto se había conseguido a instancias de un particular, Jesús Giménez Gallo, y no de la Asociación para la Conservación del Patrimonio de la Huerta de Murcia.

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