Movimiento Ciudadano

María Dolores Ruiz, un nuevo enemigo para MC Cartagena

El grupo la acusa de deslealtad y la edil díscola dice que no confiaba en el comité de garantías

María Dolores Ruiz y Pepe López hablando.

María Dolores Ruiz y Pepe López hablando. / Iván Urquizar

Tras el abandono voluntario el pasado viernes de María Dolores Ruiz del grupo municipal MC, este lunes han vuelto a enfrentarse en sendos comunicados. Para la edil de MC Isabel García, Ruiz «ha formalizado lo que llevaba meses preparando: abandonar MC Cartagena para quedarse con un acta que no le corresponde, únicamente para satisfacer su afán de protagonismo y sus intereses personales».

García recalcó que «su marcha no responde a diferencias políticas, sino a una cuestión económica, ya que desde el inicio del mandato intentó asegurarse un salario en el grupo municipal, algo que no se concedió porque el partido no paga cargos y porque su actitud no justificaba una dedicación exclusiva».

«Su comportamiento en este tiempo ha sido una muestra constante de deslealtad», aseveró García, porque a su entender «mientras formaba parte del grupo, filtraba información, negociaba con el gobierno de Arroyo y se alineaba con otros partidos en contra de los intereses de Cartagena».

«Su último movimiento ha sido pactar su salida con el PP tras conocer que su conducta había sido sancionada con tres años de suspensión de militancia en MC», señaló la edil.

Por su parte, Ruiz se defendió en otro comunicado en el que afirmó que «dejé de militar en MC Cartagena porque sus ideas nada tienen que ver ya con el ideario del partido al que me incorporé en el año 2015. Prueba de ello es que centran el valor de la oposición en mociones de censura fracasadas, con quien sea y como sea».

Asimismo, cree que «como no han tenido ‘reaños’ a expulsarme están haciendo justo lo esperado: jugar a desprestigiarme, pero mi trayectoria en la defensa de Cartagena se remonta al año 2011 y sólo soy concejal desde el año 2019».

Y lanza un dardo a sus ya excompañeros asegurando que «a otros no se les conoce trayectoria hasta que han percibido salario adecuado a sus capacidades».

Para la edil, «la comisión de garantías, recién conformada, no garantizaba un trato justo. Se ofreció voluntario el marido de una de las asalariadas del grupo, al cual iba a recusar, pero la decisión última la tenía otro asalariado del grupo. Ante esta situación opté por votar en contra de la actual comisión ejecutiva conformada el día 14 de febrero y presentar el mismo día mi baja en el partido».

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