Poblado

Vecinos de la Algameca temen que hoy arranque el derribo de las casas

Los propietarios de cuatro viviendas situadas en la falda de la montaña denuncian que se pueden quedar "en la calle" si les tiran sus hogares

Una de las viviendas que podría ser derribada.

Una de las viviendas que podría ser derribada. / Loyola Pérez de Villegas

Los propietarios de cuatro viviendas en la Algameca Chica temen que hoy derriben sus viviendas porque aunque «no nos han notificado que el lunes vienen a derribar las casas, nos hemos enterado por una persona a la que le han enviado un correo y a las personas que vivimos aquí no nos han solucionado lo de la vivienda, o sea que derriban las casas y a la calle», explicó Rocío Pedreño, la hermana de uno de los afectados. En las casas hay dos familias que residen de forma permanente durante todo el año, además son personas con discapacidad, especialmente vulnerables.

Según detalló Pedreño, «el Ayuntamiento le ofreció a mi hermano y al otro vecino una ayuda de alquiler de tres meses, pero estar tres meses con lo que ellos reciben (unos 500 euros), ¿dónde van después? Porque con esa cantidad de dinero no puedes pagar ni un alquiler, ni luz, ni agua, ni comunidad, ni comer, ni nada», lamentó.

Piden que les dejen vivir allí tranquilos. «Mi hermano lleva 20 años empadronado aquí, aunque vive desde que era pequeño, y la otra familia lleva nueve años empadronada en su vivienda», señaló, afectada por la noticia de que la demolición se acerca. Las casas, aunque no tienen agua ni luz corriente, se autoabastecen con placas solares y cubas de agua, por lo que «abres tu grifo y sale agua, están adaptadas» y residen allí con normalidad. El resto de vecinos de la zona temen que sus casas vayas detrás en la lista de derribos y «les da miedo, por lo que han cogido abogados».

«No son solo estas familias a las que echan a la calle que no tienen otro sitio, es que hay muchas viviendas con muchas familias y niños. Esto va a ser una desgracia», apuntó.

Desde el Ayuntamiento señalaron que no hay prevista ninguna demolición este lunes, pero en noviembre La Opinión adelantó que el consistorio ya había contratado a una empresa para demoler las cuatro casas y fuentes de la concejalía de Urbanismo, dirigida por Diego Ortega, señalaron que la tramitación de dicho proceso se ha demorado «como consecuencia de la existencia de amianto en algunas de las edificaciones» que van a ser derruidas tras la autorización judicial que les autorizó a hacerlo.

Esta situación se desencadenó hace más de una década cuando los servicios jurídicos municipales solicitaron un informe a Intervención Urbanística sobre las viviendas. Dicho análisis reflejó que se trataba de «chabolas o barracas adosadas a la falda de una zona montañosa» que «no cumplen las medidas mínimas de seguridad, habitabilidad, higiene, etc.», a lo que sumó «su peligrosa ubicación» por «el grave riesgo de desprendimientos de roca».

Basándose en ese documento, el Ayuntamiento requirió por Decreto al Ministerio de Defensa, dueño de los terrenos, el desalojo inmediato de los ocupantes de las construcciones y la demolición, limpieza y desescombro de las construcciones, proceso que estuvo parado hasta 2021 cuando se retomó el asunto ordenando una ejecución subsidiaria, y en 2023 una nueva inspección policial detectó nuevas construcciones. Entonces el Ayuntamiento recurrió a los tribunales para realizar este derribo de forma subsidiaria y el juez lo autorizó para «proteger la seguridad de las personas, ya que las construcciones están ubicadas a la falda de una pequeña zona montañosa con riesgo de desprendimiento de rocas, y además en una zona de rambla».

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