Simulacro

La Armada en Cartagena: rescate y evacuación en el Puerto

Unas 350 personas, entre las que había militares y miembros de Cruz Roja y Sasemar, han participado en el simulacro de colisión entre dos buques, uno de ellos cargado de metanol que ha sido derramado en aguas de la ciudad portuaria

Una de las lanchas de rescate que participó en el simulacro.

Una de las lanchas de rescate que participó en el simulacro. / ARMADA

El ámbito marítimo es complejo y cuando se produce un accidente de grandes dimensiones es necesario que los múltiples organismos que tienen competencias en él estén bien preparados. Esa es la premisa que un año más ha llevado a la Armada a preparar un simulacro de colisión entre un pesquero y un mercante cargado de metanol en aguas de Cartagena, con el posterior hundimiento del primero, que movilizó durante toda la mañana de este jueves a unas 350 personas y a un total de siete embarcaciones.

Personal militar, de Cruz Roja, Salvamento y Seguridad Marítimo (Sasemar), Autoridad Portuaria, Policía Local, Dirección Adjunta de Vigilancia Aduanera (DAVA), la empresa Carthago Seguridad Marítima, 112 y 061, conformaron un engranaje totalmente engrasado y en continua coordinación y comunicación para rescatar a los 16 heridos tras el accidente, tratarlos y evacuarlos. También realizaron labores para controlar el hipotético derrame de metanol que habría producido en el mar uno de los buques accidentados, que se dispensó con cañones de agua salada.

A las 10.30 de la mañana el aviso de “MAYDAY” resonó en la Torre de Control y Tráfico Marítimo de Cartagena tras la colisión de los barcos, lo que llevó a activar todos los organismos pertinentes para poner en marcha la actuación. El BAM ‘Furor’ y el patrullero ‘Formentor’ fueron los primeros en acudir al rescate de los heridos, los cuales eran interpretados por miembros del Instituto de Formación Profesional ‘Hespérides’.  El DAVA ‘Abanto’ y las embarcaciones ‘Atenea’ y ‘Buena Esperanza’ de la Cruz Roja también acudieron al rescate.

Posteriormente los náufragos fueron trasladados a la orilla, dónde muchos de ellos, incluido el personal implicado en el rescate, tuvo que pasar por una estación de descontaminación en la que se les aplicó agua caliente a presión y se les retiraron las prendas. Después pasaron por el triaje, en el que se evaluaba la gravedad de sus lesiones y eran enviados a los distintos hospitales de campaña que se encontraban desplegados en el muelle ‘Juan Sebastián Elcano’ en función de sus heridas: rojo para graves, amarillo, para aquellos que, si bien están heridos, no tienen tanta prioridad; y uno verde para los más leves. 

Una vez erradicado el derrame del buque siniestrado, el Capitán Marítimo ordenó su entrada en el puerto de Escombreras, para su inspección técnica, dando en ese momento por finalizado el ejercicio. Ahora los distintos organismos sacarán conclusiones de cómo han actuado, y “decidirán qué deben mejorar o mantener", según explicó el Comandante de las Unidades de las Fuerzas de Acción Marítima en Cartagena, Juan Carlos Pérez Guerrero.

En esta línea, el Almirante de la Fuerza de Acción Marítima, Alfonso Delgado, aseguró que gracias a este tipo de ejercicio “aprenden año a año”, lo que “redunda en una mayor eficiencia y eficacia” en caso de que se produjesen accidentes de esta magnitud. “Todos juntos somos más fuertes, sumamos más y debemos trabajar por el bien de España y los españoles, todos unidos en la mar, respetando las competencias que tenemos cada uno”, subrayó.

Esta actividad se enmarca en unos de los 16 escenarios previstos en el ejercicio conjunto de seguridad marítima Marsec-23, un ejercicio marítimo avanzado, conducido por la Armada, que aúna los esfuerzos de los distintos organismos gubernamentales y no gubernamentales y agencias civiles y militares, para lograr el objetivo común de salvaguardar los espacios marítimos de jurisdicción e interés nacional. 

Uno de sus principales objetivos es el de comprobar la coordinación y colaboración de la Fuerza de Acción Marítima (FAM) de la Armada con otros organismos para llevar a cabo operaciones de seguridad marítima. Por ejemplo, busca mejorar la coordinación en la lucha contra el tráfico de drogas, las emergencias de salud pública, la protección de puertos, el control de sustancias peligrosas en instalaciones portuarias, la contaminación marítima, la cooperación con el Ejército de Tierra y del Aire y del Espacio en el control de espacios marítimos de interés nacional, la inspección y vigilancia pesquera, la guía del tráfico marítimo y el auxilio y rescate en la mar.

Protección de la biodiversidad y control de tráficos ilícitos

De hecho, durante estos días la costa de Cartagena también ha acogido otros escenarios. Este miércoles la Secretaría General de Pesca (Segepesca) y la Armada han efectuado inmersiones en la Reserva Marina de Cabo Palos-Islas Hormigas para localizar y retirar artes de pesca perdidas, que podrían suponer un peligro para la biodiversidad de la reserva.

Ayer la Dirección Adjunta de Vigilancia Aduanera (DAVA), el Regimiento de Artillería de Costa del Ejército de Tierra (RACTA 4) y la Armada también realizaron un ejercicio conjunto de seguimiento y abordaje de embarcaciones sospechosas de estar implicadas en tráficos ilícitos. Se ha simuló que el patrullero ‘Formentor’, era una embarcación sospechosa que debía traspasar un importante cargamento de estupefacientes entre Águilas y Cabo de Palos, que posteriormente fue abordado por embarcaciones semirrígidas de los patrulleros ‘Infanta Cristina’ y ‘Abanto’.