Semana Santa

Lunes Santo en Cartagena: marea de fieles con La Piedad

Miles de personas vuelven a hacer promesa en la primera procesión marraja de este año

Pablo González

La Virgen de la Piedad, definida como «la patrona de Cartagena en las procesiones» por el presidente de su agrupación, Francisco Castillejo, volvió a lucirse por las calles del casco histórico de la ciudad trimilenaria con la fuerza de un casi infinito mar de fieles que seguían su imagen, como si se tratara de las mismas olas que trajeron a la Virgen de la Caridad al puerto hace 300 años.

El hecho de que esté previsto que la patrona salga en procesión el próximo 23 de abril, no restó la afluencia habitual de promesas, y la Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno volvió a aglutinar a los fieles en su primera muestra del orden del que hacen gala las procesiones cartageneras. El conjunto formado por el grupo de acompañamiento al sudario (un estandarte réplica del que procesionaba en el siglo XVIII), la Agrupación de Granaderos, el Santo Cáliz, el trono insignia de La Piedad, nazarenos, las bandas de música y un centenar de capirotes, precedían a cientos de damas de la agrupación y la cofradía ataviadas con traje de mantilla negra delante del trono de la ‘Caridad chica’.

En este Lunes Santo, ya sin restricciones por la pandemia, los fieles cartageneros esperaban en la Calle del Aire a que la imagen de José Capuz (de 1925) bajara la rampa para seguir sus pasos, en algunos casos con los pies descalzos a pesar de la multitud calificada de «incalculable» por Castillejo.

A pesar de este empuje ciudadano, fueron 130 los portapasos que llevaron sobre sus hombros la talla que protagoniza la primera procesión marraja de 2023, en la que los procesionistas quisieron remarcar la ausencia, de uno de los suyos, el cartagenero José Luis Mendoza Pérez, fundador de la UCAM recientemente fallecido, y cuyo nombre permanece desde ayer en el trono de la Virgen.

El trono de la Virgen lleva inscrito desde ayer el nombre de José Luis Mendoza, que fue uno de sus portapasos

También hay que destacar que el público pudo disfrutar como desde el edificio de Capitanía y el de la Real Sociedad Económica de Amigos del País, Mari Ángeles Cruzado, de Huelva y ganadora del Concurso Nacional de Saetas de Cartagena, ofrecía su cante a la Virgen.

Precisamente la triunfadora del certamen que organiza la Agrupación de Portapasos de La Piedad venía de haber ganado en Córdoba su tercer concurso de saetas en lo que llevamos de año.

Pero el momento cumbre, en el que se erizó la piel de miles de cartageneros, volvió a ser el encuentro entre la imagen de La Piedad y la patrona de la ciudad, la Virgen de la Caridad. Desde la puerta de su Basílica los fieles cantaron la Salve cartagenera con todas las fuerzas sacadas desde el fondo de su corazón. Toda la calle Serreta y Caridad entonó este sentido canto a la patrona con la voz quebrada, partiendo del interior del templo, aún en obras, y extendiéndose como una onda expansiva hasta donde se perdía la vista.

Coincidiendo con ese encuentro, la ganadora del segundo Encuentro de Saetas de Cartagena, Josefina Colmenero, de Jaén, realizó también el canto de una saeta frente a la iglesia. Mientras esto ocurría los portapasos hicieron la tradicional ofrenda floral de un ramo de rosas negras a la patrona, como viene siendo tradicional desde 1947, con algunas interrupciones.

Pedro de Jódar Úbeda recibió el premio ‘Sexta Vara’ en un evento que tuvo que realizarse en Santa María de Gracia

En esta ocasión los trabajos de rehabilitación de este templo obligaron a que la tradicional misa previa a la procesión no se pudiera hacer allí, como era habitual, y tuviera que celebrarse en la Iglesia de Santa María de Gracia, frente al trono de la Piedad. En ese acto, se hizo entrega de los escapularios de los nuevos portapasos y el premio ‘Sexta Vara’ a Pedro de Jódar Úbeda, destacado cofrade marrajo.

Otro momento emotivo fue el momento en el que los portapasos tomaron la curva desde la Calle San Miguel hacia la Calle del Aire, un giro muy cerrado y complicado para un trono tan largo y siguiendo las instrucciones de ‘arriba el trono, al cielo con ella’.

Desde ahí, encaró su entrada a la iglesia de la que partió, recibiendo de nuevo una salve que le hará aguardar su salida, ya a ruedas, el Viernes Santo.

De este modo comenzaron las procesiones de una de las dos cofradías más importantes de la ciudad, que procesiona también el Viernes y Sábado Santo dentro de la Semana Santa cartagenera, declarada de Interés Turístico Internacional desde 2005.

La Virgen de La Piedad fue encargada ante la dificultad de procesionar la imagen de la patrona y llegó a Cartagena en tren en 1925, siendo recibida masivamente por el pueblo de Cartagena al representar idéntica iconografía a la de la Virgen de la Caridad, con su hijo muerto apoyado en su pierna.

Este trono fue en 1943 el primero en ser llevado a hombros por devotos y no por portapasos profesionales.

Poner en marcha el museo marrajo costará 200.000 euros

El museo que la Cofradía Marraja quiere poner en marcha en la Calle Cuatro Santos podría abrir sus puertas antes de la próxima Semana Santa, al menos así lo espera el Hermano Mayor de la Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno, Francisco Pagán

El máximo responsable de los marrajos cifra en 150.000 euros la cuantía necesaria para costear las obras que necesitan hacer en el local elegido, a las que habría que sumar otros 50.000 euros. 

Para ello, Pagán espera contar con vías de financiación, y reunirá a la Mesa de la cofradía tras la Semana Santa para debatir varias propuestas al respecto, teniendo presente que mantener abierto el museo «supondrá otros 50.000 euros anuales», según explicó a La Opinión.

En este sentido explicó que «aunque hasta entonces no podemos adelantar nada, estamos trabajando tener garantizadas las subvenciones necesarias».

El objetivo de este espacio museístico de 321 metros cuadrados, ubicado junto a la Casa de Isaac Peral, es poder exponer una parte importante de las imágenes que no están al culto, los bordados, enseres y videos de sus procesiones con el fin de que puedan ser disfrutadas todo el año.

Para este proyecto los marrajos cerraron el alquiler de estas instalaciones con el objetivo de ponerlo en marcha para este 2023, pero se ha hecho necesario elaborar unos planes técnicos, económicos y museográficos para lograr la financiación necesaria.

Con ello, lo s marrajos aseguraron que «será una importante contribución de la más antigua de nuestras cofradías a aumentar la oferta turística y cultural de Cartagena» en un entorno próximo a otros atractivos turísticos como el Teatro Romano.

Este sería el primer museo de una cofradía cartagenera, aunque hace décadas se prometió adaptar el Palacio de Molina como Museo de toda la Semana Santa.