Litoral

El parking ilegal de caravanas en La Azohía, una historia interminable

Desde hace más de una década decenas de casas rodantes se afincan junto a la playa de La Chapineta

Decenas de caravanas afincadas junto a la playa de La Chapineta.

Decenas de caravanas afincadas junto a la playa de La Chapineta. / Iván Urquízar

Desde hace más de una década, un terreno ubicado en la playa de La Chapineta, en La Azohía, entre los restaurantes León y Vistabella, a escasos 10 metros del mar, se convierte cada invierno en una suerte de parking ilegal poblado por decenas de caravanas. Estos campistas son en su mayoría extranjeros (alemanes, ingleses, franceses e italianos) que, aprovechando la ausencia de bañistas en la playa, hacen de la localidad costera su segunda residencia. 

No están enganchados a la red eléctrica y la mayoría se autoabastecen con placas solares. Si bien son definidos por los residentes como personas «pacíficas» y «que no dan follón», generan ciertos problemas, como los relacionados con el tratamiento de residuos. Como en todo grupo de personas, «están aquellos que lo hacen bien y los que no», según explica a La Opinión el presidente de la Junta Vecinal de Isla Plana-La Azohía, Luis Lozano. Los primeros depositan sus residuos al alcantarillado o los llevan a las gasolineras cercanas, sin embargo los hay que tiran los excrementos que generan durante su estancia «directamente al mar» o a un pozo de la localidad, con lo que ello conlleva.

Los vecinos llevan años pidiendo que se regule esta situación, pues la gran mayoría asegura no estar en contra de este tipo de turismo, ya que «son personas que dan vida al pueblo en una época en la que suele estar apagado» y «frecuentan los negocios locales». 

Una promotora murciana puso sobre la mesa un proyecto para instalar un parking de manera legal en esta zona, pero el Ayuntamiento de Cartagena le denegó el permiso hasta en dos ocasiones (en junio de 2021 y en diciembre de ese mismo año), debido a que «su solicitud estaba vinculada a un aparcamiento provisional, pero las obras que solicitaban realizar no se correspondían con una infraestructura provisional, ya que modificaban en exceso el suelo de la parcela». 

La empresa presentó un recurso contencioso en abril del año pasado al considerar que su proyecto se adhiere a la norma y entender que se basa en la instalación de elementos desmontables para no tener que excavar y también contempla depositar más tierra en la zona, «que en un futuro se podría retirar para que el terreno quede como estaba». 

En estos momentos el asunto sigue en manos de la justicia. Es por ello que las caravanas continúan aparcando, «y la Policía Local y la Guardia Civil no pueden hacer nada, ya que se trata de un terreno privado». Además de junto a la playa de La Chapineta, también se instalan en la desembocadura de la rambla. En este caso «los agentes sí que los echan, pero al poco tiempo vuelven, como siempre», asegura por su parte la presidenta de la Asociación de Vecinos de La Azohía, Pepi Agüera.

El camino hacia la Betería de Castillitos, estrecho y con socavones

«Lleno de socavones y excesivamente estrecho». Así define el presidente de la Junta Vecinal de Isla Plana-La Azohía, Luis Lozano, el camino que da acceso a la Batería de Castillitos, quien teme que «pueda producirse un accidente en cualquier momento». Es por ello que llevan mucho tiempo solicitando a la Demarcación de Costas que adecúen la carretera, por la que «cada vez transitan más visitantes». El Ayuntamiento remitió un escrito al Ministerio, pero no hay respuesta hasta el momento.