Ayuntamiento

El Pleno de Cartagena tiende su mano a la Escuela de Enfermería

Ante la falta de instalaciones y de material moderno que padece el centro, el Consistorio exigirá a la Comunidad que tome cartas en el asunto - También se ha comprometido a estudiar la cesión de terrenos e inmuebles

El Gobierno local vota a favor de una moción.  Iván Urquízar

El Gobierno local vota a favor de una moción. Iván Urquízar / Juan Daniel González

La Escuela Universitaria de Enfermería de Cartagena atraviesa desde hace años una situación «precaria» en cuanto a material e instalaciones. Es por ello que el Pleno del Ayuntamiento Cartagena, reunido ayer, ha mostrado su apoyo al centro. Para ello, ha acordado por unanimidad, a través de una moción presentada por la concejal de Unidas Podemos Izquierda Unida-Verdes Equo, Aroha Nicolás, «presionar de manera inmediata a la Comunidad y a la Universidad de Murcia para que se ponga fin a la situación».

Asimismo, el Gobierno local se ha comprometido, a través de esta iniciativa, a actuar de manera activa para mediar en la resolución de dicha problemática y alcanzar el objetivo de dotar de mayor calidad y estabilidad a la escuela, así como estudio de la cesión de terrenos o inmuebles de propiedad municipal para la creación de unas instalaciones «dignas y definitivas».

La edil Aroha Nicolás expuso la «desigualdad» que también padece el centro, pues «a día de hoy, es la única escuela de enfermería que no se ha integrado en una universidad y que no cuenta con campus propio en toda la Región, mientras que Murcia tiene dos campus de ciencias de la salud y Lorca también ha estrenado otro».

Los alumnos están "hacinados en barracones", según denuncia la edil de IU Aroha Nicolás

En Cartagena, sin embargo, «los alumnos siguen hacinados en barracones en el aparcamiento del Rosell que, en un principio, estaban destinados a archivar historias clínicas y camillas». Un problema al que se suma una larga lista de deficiencias expuestas por Nicolás: «Siguen sin tener una sala de prácticas digna. Cuentan con una pequeña habitación cedida por el Rosell que más bien es un trastero. Siguen sin tener una sala de simulación, por lo que los alumnos se tienen que desplazar a Murcia si quieren ampliar su formación. Hay tres clases para cuatro cursos. Gracias a la UPCT, que ha cedido instalaciones gratuitas en Antigones, han podido ampliar un poco los materiales y recursos que puede utilizar, pero de prestado, no de forma definitiva. No hay salas para sentarse a estudiar, ni hay salas de ordenadores. Hay cuatro baños para 250 personas, incluido el profesorado. La escuela no tiene profesores asociados clínicos. Además, cabe destacar que los alumnos obtienen unas de las mejores en los exámenes de enfermera interna residente, pero se tienen que jugar la plaza con los estudiantes de la UCAM, una universidad privada».

Asimismo, los alumnos «no cuentan con material moderno». El más antiguo «data de 1990 y, de hecho a una alumna le salió urticaria por el uso de un guante». Un material que, según la edil de Izquierda Unida, «viene de donaciones del Rosell o de los asociados clínicos que llevan aquellos que han caducado».

Todo esto, para la concejala, que fue en su día estudiante de la escuela, es fruto de «las cosas mal hechas, la dejadez, falta de voluntad y de cómo no se invierte en la educación pública para aquellos que están destinados a velar por la salud, pese a ser el primer sitio en el que se pudo estudiar enfermería de toda la Región».

Suscríbete para seguir leyendo