Policial

La Oficina de Objetos Perdidos de la Policía de Cartagena: un baúl repleto de ‘tesoros’

La gran mayoría de piezas extraviadas son destruidas a los dos años, al no ser reclamadas

También se guardan decenas de aparatos electrónicos, como móviles, tabletas y portátiles. | IVÁN URQUÍZAR

También se guardan decenas de aparatos electrónicos, como móviles, tabletas y portátiles. | IVÁN URQUÍZAR / Juan Daniel González

La Oficina de Objetos Perdidos de la Policía Local de Cartagena atesora en su interior cientos de artículos a la espera de que sean reclamados por su legítimo propietario. Un hecho que no sucede tanto como cabría pensar, quizás fruto del pesimismo generalizado que hay por parte de la ciudadanía, que los suele dar por extraviados de forma definitiva. Es por ello que decenas y cientos de estos enseres son destruidos, quemados, triturados o llevados al vertedero cada año.

La oficina almacena numerosas maletas y mochilas extraviadas. | IVÁN URQUÍZAR

La oficina almacena numerosas maletas y mochilas extraviadas. | IVÁN URQUÍZAR / Juan Daniel González

Durante el año 2022 se hizo entrega en esta dependencia de 825 objetos, según datos que el Cuerpo ha facilitado a La Opinión. Del total, tan solo 162 fueron devueltos a su titular. En los más de dos meses que llevamos de 2023 ya han sido almacenados un total de 95, de los cuales siete están de nuevo con su dueño. Este año ya se han destruido diez objetos. Así pues, en estos momentos unos 700 objetos pueblan las dependencias policiales. Los artículos que se encuentran con mayor asiduidad son los documentos personales, como los DNI y pasaportes, según asegura el subinspector de la Policía Local de Cartagena, Fernando Ricoy, quien abrió las puertas de la oficina a esta redacción. Además, en las dependencias uno se puede topar con objetos de todo tipo: maletas, mochilas, gafas, matrículas de vehículos, carpetas; artículos electrónicos, como móviles, tabletas o portátiles; electrodomésticos, tales como radiadores y estufas; e incluso joyas y dinero en efectivo, que son atesorados en una caja fuerte.

Incluso cuentan con un telescopio, hallado hace casi un año, que no ha sido reclamado todavía. | IVÁN URQUÍZAR

Incluso cuentan con un telescopio, hallado hace casi un año, que no ha sido reclamado todavía. | IVÁN URQUÍZAR / Juan Daniel González

Incluso un telescopio

También se pueden encontrar enseres más exóticos, como un telescopio valorado en cientos de euros. Según explica Ricoy, fue hallado por unos agentes en el cruce de la calle San Fernando con la de San Vicente en abril del año pasado. Es lo que la Policía denomina como «un objeto de dudosa procedencia». Lo más probable, teoriza el subinspector, es que alguien lo sustrajera, se viera sorprendido y lo dejara en mitad de la calle y saliera corriendo, pues «olvidar algo tan importante en un lugar así no es común, que digamos».

«Los agentes que lo hallaron hicieron una batida por los locales para ver si había algún signo de que alguna puerta de algún comercio estuviera forzada, o si alguien de los alrededores lo reclamaba y nada», relata. Lo normal, explica Ricoy, es que, «si se produce una sustracción, se ponga una denuncia en la comisaría de la Policía Nacional, pero no nos ha llegado ninguna». Una vez cumplido el periodo de caducidad, el objeto no se destruirá, como se hace habitualmente, ya que el Cuerpo tiene pensado exhibirlo en el museo de la Policía Local, en el que también hace gala de otros artículos incautados.

Una vez que ha pasado el tiempo límite para encontrar a su dueño, el dinero se dona a las ONG

Cómo llegan los enseres

Los objetos perdidos pueden llegar a las dependencias de la Policía Local por distintos cauces. Por ejemplo, a través de la denuncia de los ciudadanos que han hallado el objeto, quienes en ocasiones también suelen personarse en la oficina, que se sitúa en el edificio regidor, esquina Paseo Alfonso XIII con calle Ángel Bruna, y le entreguen personalmente. Asimismo, en muchas ocasiones son los propios agentes los que dan con el objeto en la vía pública durante sus patrullas.

La Policía Local procede según la pieza extraviada. Si se trata de documentación, los agentes tratan de localizar en el momento al ciudadano que la ha extraviado, si es de Cartagena. En caso de conseguirlo, todo queda registrado, se hace un informe por escrito de que se ha entregado el documento, de la hora a la que fue, de quién hizo la entrega, el lugar en el que se produjo y en el que se hizo el hallazgo.

Maletas, mochilas, gafas, matrículas de vehículos, carpetas y hasta móviles esperan en dependencias policiales

En caso de no poder localizar al titular, una vez registrado en la base de datos de la Policía Local de Cartagena, tanto el informe como la pieza van a parar a la oficina de objetos perdidos.

Una vez llegan los objetos a la oficina, si no se localiza a las pocas semanas al titular, se almacenan por fechas (según el mes en los que fueron hallados) en estanterías y cajas de cartón. En este espacio se guardan durante dos años y en caso de que no se localice al propietario transcurrido ese periodo, un funcionario se encarga de destruirlos. Normalmente se queman si son documentos, se rompen, trituran o se mandan a Lhicarsa para su desmontaje si son de mayor tamaño.

Sin embargo, no todos los artículos acaban hechos polvo. Hay algunos de ellos que son considerados «aprovechables», como aparatos electrónicos (móviles, tabletas, portátiles, relativamente nuevos), «la administración les da una segunda vida», explica el subinspector. Los objetos perdidos jamás salen a subasta y en algunas ocasiones, dependiendo del tipo de objeto, se entregan de nuevo a la persona que lo encontró. En el caso del dinero, una vez pasados los dos años, este se dona a ONGs y asociaciones benéficas.

Los objetos más antiguos que hay en este momento en la oficina datan de noviembre de 2020. «No hay material acumulado de tres, cuatro o cinco años, como en otros sitios, se va destruyendo todo. Y se procede de esta forma porque el espacio con el que cuenta la Policía Local para este fin es limitado», indica Ricoy.

La oficina en la que se gestionan todos estos cientos de objetos perdidos anualmente y en la que trabajan dos funcionarias, dos agentes y un subinspector a diario, también se ocupa de todos los asuntos relativos a Vía pública, tales como: movilidad (se planifican las carreras, vueltas ciclistas, reservas de espacio, etc.), gestión de contenedores, señalizaciones, autorizaciones para colocar terrazas y realizar eventos en la calle (Carnavales, cabalgata de Reyes o Cartagineses y Romanos).

Es por ello que el espacio, además de almacenar los objetos perdidos, también alberga documentos y ficheros que hacen inviable ampliar esta curiosa zona de objetos perdidos.

Estos son los pasos para recuperar elementos olvidados

Una vez el objeto llega a la oficina, los agentes, a través de un programa de gestión interna, lo registran, indicando dónde se halló y adjuntando una fotografía. El programa tiene dos vías: una de gestión interna y otra de consulta del ciudadano, a través del portal de https://www.cartagena.es/objetos_perdidos.asp. En este sitio web podrán realizar su consulta a través de un buscador, en el que deberán introducir de forma obligatoria el tipo de objeto y la fecha en la que lo extraviaron. De forma opcional, también pueden indicar su DNI y nombre, el lugar en el que perdieron el artículo y una breve descripción. Una vez introducidos los datos, se les mostrará una página en la que podrán buscar su objeto, acompañados por fotografías. Los ciudadanos también pueden requerir un objeto perdido a través del teléfono que tiene habilitado el Cuerpo: 968 12 88 00 (con la extensión 76 - 56). También se pueden hacer las consultas mediante un correo electrónico a la dirección trafico@ayto-cartagena.es, «a las que se suele contestar pasadas una o dos semanas», asegura el subinspector de la Policía Local, Francisco Ricoy. Cuando una persona quiere recoger su objeto tiene que identificarse con un documento oficial -DNI, pasaporte, permiso de conducir u otro válido en derecho-, así como aportar algún documento para acreditar la propiedad de la cosa hallada, como una factura, datos característicos del objeto, lugar de la pérdida o cualquier otra información que pueda demostrar su titularidad.