Fiestas de Cartagena

Regresa el sabor de las pelotas galileas de Pozo Estrecho

Tras dos años de parón debido a la pandemia, regresa la tradición que celebra la localidad en el día de San Fulgencio, su patrón - En total se repartieron unas 20.000 albóndigas preparadas con distintas recetas

Degustación de pelotas en Pozo Estrecho por San Fulgencio

Degustación de pelotas en Pozo Estrecho por San Fulgencio / Iván Urquízar

El fin de la pandemia ha traído de vuelta a Cartagena sus tradiciones. Tras dos años de parón, este lunes volvió a celebrarse, y ya sin restricciones, la tradicional degustación de pelotas galileas en el día de San Fulgencio, Patrón de Pozo Estrecho, en su 53 edición. No quedó ni una sola de las casi 20.000 albóndigas que se repartieron en las más de 40 ollas que poblaban el Recinto Ferial Huerto de Paco Saura.

Miles de personas, no solo vecinos de la localidad, sino también provenientes de la ciudad, de otras diputaciones e incluso de otros pueblos de la Región, no quisieron perder la oportunidad de degustar la gran variedad de recetas que ofrecían la Comisión de fiestas, la Hermandad de San Fulgencio y las amas de casas. 

Fue el sábado cuando los vecinos recibieron en sus casas los 400 kilos de picadillo, 1.500 huevos y más de 300 pollos, para la elaboración. Y ya desde aquel día se encontraba mezclado con el pan rallado, el ajo, el perejil y los piñones para que “la carne se impregnara de todo el sabor”, según explicó a La Opinión la presidenta de la Asociación de Amas de Casa, Angelita Sánchez. 

Degustación de pelotas en Pozo Estrecho por San Fulgencio

Degustación de pelotas en Pozo Estrecho por San Fulgencio / Iván Urquízar

Normalmente las carnes usadas son las mismas: magra de cerdo, longaniza blanca y blancos. Y en todos casos, tal y como manda la tradición ancestral, se preparan guisadas. Ya, a raíz de ahí, cada uno las hace a su gusto: sofritas, con pollo o pavo o con sin longaniza roja para aligerar el sabor o acompañadas por patata.

Por ejemplo Angelita, que lleva ya 30 años preparando pelotas en este día tan señalado para su localidad, las elabora con un caldo de verduras (calabaza, zanahoria, judías verde, puerro, apio o nabo), al que añade esqueleto y carne de pavo que después retira. Toda la mañana estuvo amasando con su propias manos 200 pelotas que repartió durante el mediodía con gusto. Ella opta por hacerla sola, pero otras vecinas se juntan para preparar 1.000 en un solo recipiente, misma labor que hacen las peñas de la Comisión de Fiestas, “en las que desde hace unos años se está tratando de involucrar a los jóvenes para que no se pierda la tradición”, según contaba la presidenta de las Amas de casa.

Como novedad este año hubo una olla para que los celíacos también pudieran degustar las pelotas y los vasos de cartón sustituyeron a los de plástico para su posterior reciclado y para contribuir a cuidar el medio ambiente

Eucaristía y procesión

La jornada festiva del patrón continuó por la tarde con la celebración de una eucaristía en su honor  y la posterior procesión, con la imagen de San Fulgencio recorriendo las calles del pueblo. Un acto religioso recuperado en 1999, al que también asistió la alcaldesa, Noelia Arroyo, y el  resto de concejales.