Uno de los principales objetivos del actual Gobierno, en colaboración con la Autoridad Portuaria de Cartagena (APC), es el de recuperar la fachada marítima del municipio. Dentro de este ambicioso proyecto se encuadra la rehabilitación de las baterías militares situadas en la costa, pues muchas de ellas se encuentran actualmente abandonadas. En este contexto, el Consistorio ha instado al Ministerio de Transición Ecológica (Miteco) y al Ministerio de Defensa a que se impliquen en la recuperación «urgente» y apertura de estas infraestructuras, pues muchas son de su propiedad. En esta línea, la alcaldesa, Noelia Arroyo, ha destacado que «podrían empezar incorporando a los presupuestos del Estado alguna de las partidas que se han propuesto mediante enmiendas desde Cartagena».

En concreto, el Ayuntamiento tiene especial interés en que se actúe en las baterías situadas en el entorno de Cala Cortina (San Isidoro y Santa Florentina, Santa Ana Acasamatada, Santa Ana Complementaria), pues tiene proyectada una senda ciclopeatonal de unos 500 metros que circulará junto a ellas.

El proyecto cuenta con una inversión de 800.000 euros, ya ha salido a licitación y «en unos seis meses estará adjudicado, de modo que las obras puedan comenzar en primavera de 2023», según aseguró la presidenta de la APC, Yolanda Muñoz. El plazo de ejecución de los trabajos es de cinco meses, por lo que para octubre del año que viene estará terminada, «si todo marcha según lo previsto», puntualizó.

Recuperación de San Leandro

Por su parte, desde el Consistorio se está preparando la rehabilitación de la batería de San Leandro, la única de su propiedad. En concreto, se consolidará y reparará la estructura de la edificación y se definirá su uso, que será, «eminentemente turístico» y también enfocado a la hostelería, según aseguró Arroyo.

Para acometer el proyecto, el Consistorio destinará un total de 800.000 euros, procedentes de los más de 4 millones de euros que recibió a principios de septiembre a través de los Planes de Sostenibilidad Turística en Destino.

El Ayuntamiento cuenta con un plazo de tres años para poder ejecutar la obra, en concreto, hasta diciembre de 2025. Actualmente se está llevando a cabo la redacción del anteproyecto, que «estará culminado a finales de año», afirmó la regidora. De forma paralela se está trabajando en la redacción de los pliegos, de modo que «el proyecto pueda estar licitado en 2023, a finales de año puedan comenzar las obras y puedan estar totalmente terminadas en 2024», fecha a partir de la cual se comenzarán a definir los usos. Estos podrán ser «turísticos y hosteleros, pero sin que haya cocina y no existe la posibilidad de pernoctar», detalló la primera edil.