Pese a la fuerte oposición vecinal que se originó cuando se dio a conocer la noticia el pasado junio, finalmente el edificio multiusos de La Manga será una realidad. Está previsto que las obras finalicen antes de finales de 2023, según el compromiso que el Ayuntamiento de Cartagena adquirió a la hora de obtener los fondos para su construcción. Actualmente se está ultimando el proyecto y próximamente se sacará a contratación.

El edificio proyectado, que se situará en terrenos del colegio Mediterráneo, estará compuesto por un salón de actos y diversas aulas. La Junta de Gobierno local aprobó hace unos días la incorporación a los presupuestos municipales de una partida de 1,2 millones de euros, correspondiente a los fondos europeos transferidos para este fin por parte de la Comunidad, para que sea el Ayuntamiento de Cartagena el encargado de contratar y ejecutar la obra.

El nuevo edificio, además de dar servicio al colegio, será capaz de albergar varios usos en su interior como foros, eventos y reuniones, ofreciendo también espacios de reunión para asociaciones vecinales y aulas de estudio. Para dar respuesta al programa de necesidades se ha proyectado un salón de actos con un escenario diferenciado en altura conjuntamente con una cabina de proyección de luz y de sonido.

La alcaldesa, Noelia Arroyo, ha explicado que, por parte de los servicios técnicos municipales, ya se ha terminado la redacción del anteproyecto del nuevo edificio, de acuerdo con las especificaciones consensuadas con la comunidad educativa del colegio Mediterráneo y los vecinos de La Manga, para permitir su uso compartido fuera del horario escolar. "En estos momentos se está ultimando el pliego de condiciones técnicas que servirán de base para la licitación y que permitirán que la obra pueda estar terminada antes del 31 de diciembre de 2024", ha subrayado.

Los padres del centro en un primer momento se opusieron a la construcción de este edificio, pues consideraban que era incompatible con la pista deportiva cubierta que estaba proyectada en ese mismo terreno. Padres de alumnos llegaron incluso a manifestarse en las puertas del centro mostrando su rechazo, pero finalmente, parece haberse llegado a un acuerdo entre ambas partes.

Junto a este espacio principal se incluyen en la planta baja unos vestuarios, una sala de psicomotricidad y una zona exterior para el aparcamiento de bicicletas y patinetes, además de superficies complementarias a estas como aseos y almacenes. En la planta alta se ubican las aulas modulares que también disponen de espacios auxiliares.

En las áreas exteriores se ha procurado facilitar la accesibilidad y la ubicación se superficies vegetales con variedades autóctonas. Todo el programa funcional se cobija en una superficie construida de 825 metros cuadrados. Debido a la singularidad de la futura ubicación del edificio, el cromatismo de las fachadas se basará principalmente en el blanco y el azul. Además de la accesibilidad tanto exterior como interior, se han tenido en cuenta consideraciones energéticas para el adecuado funcionamiento del inmueble.