El Ayuntamiento se ha puesto manos a la obra para tratar de dar solución a uno de los problemas que acucian a los vecinos de ciertas partes del municipio: la invasión de ratas en zonas verdes que, en muchos casos, han migrado incluso al interior de algunas viviendas, como es en el caso de La Vaguada, tal y como informó recientemente La Opinión.

Para ello, el Consistorio, a través de la Concejalía Sanidad que dirige Manuel Padín, está llevando a cabo distintos tratamientos de control rodenticida en los espacios públicos. En concreto, y tal y como han indicado fuentes de la Concejalía a este diario, "se han reforzado con el aumento de la instalación de portacebos tipo roca, que se integran y camuflan mejor en estos espacios de tránsito de vecinos, en todas las zonas públicas ajardinadas de todo el municipio".

Además, los técnicos realizan "tratamientos generales de desinsectación en jardines y zonas públicas, para el control de mosquitos, pulgas, garrapatas y demás plagas, así como tratamientos larvicidas con productos biológicos, que se realizan en rejillas, imbornales, espacios públicos y plazas".

A parte de las batidas generales en todo el municipio, hay actuaciones específicas, según apuntan las fuentes consultadas, en zonas como los jardines de la calle Dr. Luis Calandre, la plaza de la Lonja, zonas verdes de San Félix, El Algar o La Vaguada, donde se ha actuado en Plaza Iberoamérica. En este lugar hay una gran colonia de ratas que incluso han accedido a viviendas cercanas, lo que levantó las críticas de los vecinos, de las que se hizo eco este diario recientemente. En todos estos espacios "se ha aumentado el número de visitas de inspección y reposición de cebos, pasando a ser semanales", han indicado las fuentes municipales.

Desde la Concejalía de Sanidad han querido recordar que "en estas zonas, al ser zonas muy sensibles en cuanto al uso por parte de vecinos y animales domésticos, prima la seguridad en los tratamientos, lo que conlleva que muchas veces el control de la población de roedores se espacie más que en otras zonas de control".

Además, apuntan que, en muchos casos, "el problema de desarrollo de roedores se produce en zonas en las que los vecinos alimentan colonias felinas no autorizadas, ya que la colocación de alimentación indiscriminada conlleva que acudan a estas fuentes de alimento roedores y palomas, especies dañinas con el entorno". Alimentar una de estas colonias sin autorización puede conllevar una multa de más de 100 euros, según queda reflejado en la nueva Ordenanza de Bienestar Animal, aprobada el pasado mayo.

Asimismo, en el término municipal "hay solares privados en mal estado en los que han proliferado estos animales", por lo que desde la Concejalía de Sanidad "se está notificando para su limpieza a los propietarios y actuando de oficio en muchos de ellos para eliminar el problema que supone para el vecindario", aseguran. "Mientras se produce su limpieza, se refuerza la desratización en todo el entorno, para controlar las plagas existentes en dicha zona", añaden.