En las inmediaciones del muelle de la Curra, un equipo de voluntarios de la asociación Hippocampus, entre los que se encontraban siete buzos, delimitaron la zona de trabajo para retirar los residuos que se acumulan en el fondo del mar.

Durant aproximadamente dos horas, el equipo de limpieza ecológica extrajo de las profundidades numerosos objetos como gafas y aletas de buceo, juguetes, restos de cañas de pescar, tuberías, cuchillos, tijeras, plásticos varios y hasta 57 curricanes de pesca y 3 kilos de sedales, entre otros enseres cotidianos. A la recogida de esta «basura marina» se le suma además «la extracción de 5 kilos de plomo arrojado por los pescadores que hacen lances con caña», explican desde Hippocampus.

Desde hace unos años, la Autoridad Portuaria de Cartagena colabora con la asociación Hippocampus en la limpieza de los fondos marinos a través del programa Plumbum. Un proyecto pionero para descontaminar de plomo el “lecho del mar” y contribuir así a la mejora de la oxigenación del agua y a la supervivencia de especies marinas en extinción.

La presidenta de la Autoridad Portuaria, Yolanda Muñoz, defiende que “este tipo de limpiezas son muy necesarias porque el plomo es un contaminante muy peligroso que afecta a la biodiversidad marina y, también, a la salud humana”. Además, apela a que “tenemos que tomar conciencia de la importancia de no utilizar el mar como un vertedero de basuras porque la biodiversidad es un tesoro natural que debemos conservar entre todos”.

En el caso del plomo extraído durante la limpieza ecológica llevada a cabo en el muelle del Curra, éste ha sido trasladado a una empresa de gestión de residuos para su reutilización y evitar así la extracción masiva de plomo de la galena.

Muñoz resalta “el trabajo realizado por los voluntarios de Hippocampus ya que proteger nuestros océanos debe seguir siendo una prioridad. Por eso siempre apoyaremos iniciativas que impliquen proteger nuestro ecosistema marino y que pongan en valor los grandes espacios naturales que tenemos en nuestra Región como Calblanque, Cabo Tiñoso, Cabo de Palos e Islas Hormigas”

Hace unos meses, el Puerto de Cartagena impulsó la recuperación de los fondos marinos con la primera plantación experimental de Posidonia Oceanica frente al Tajo de los Cuervos (en el interior de la dársena de Escombreras) y que llegará a multiplicar por cuatro la capacidad de absorción de los bosques terrestres. Se trata de la mejor especie endémica para fijar CO2 y que no está presente en ningún otro mar del mundo.

La presidenta de la APC recuerda que “tendremos que esperar un año para comprobar si la plantación experimental ha concluido con éxito. De ser así, se convertiría en el primer caso mundial de reforestación en aguas portuarias y permitiría establecer reforestaciones a mayor escala, desde la Punta de la Terrosa hasta Cabo Tiñoso donde se alternan zonas con Posidonia y otras susceptibles de ser replantadas”.

La asociación Hippocampus es una organización sin ánimo de lucro cuya finalidad es concienciar sobre la protección de los hábitats costeros y marinos a través de la investigación y el seguimiento de la población del caballito de mar de hocico largo (Hippocampus guttulatus) considerada como especie emblemática del Mar Menor. Debido a las innumerables inmersiones que realizan, en sus observaciones, destaca la cantidad de residuos sólidos urbanos existentes bajo el mar.

El proyecto Plumbum, por su parte, nace de la necesidad de retirar, debido a su potencial contaminador y agresivo impacto medioambiental a corto plazo, el plomo proveniente de la pesca deportiva y profesional, sobre todo de restos y artefactos de plomo. A él se encuentran adscritos más de medio centenar de entidades e instituciones, entre ellas, Organismos Oficiales, Centros y Clubs de Buceo o Clubs Náuticos y, por supuesto, la Autoridad Portuaria de Cartagena.