La Policía Nacional ha detenido a dos jóvenes, de 21 y 23 años y nacionalidad argelina y española respectivamente, por estafar a un total de 39 jóvenes de entre 18 y 22 años con la contratación de microcrédito, según han informado fuentes policiales.

El Grupo de Delitos Tecnológicos y Económicos de la Comisaría de Cartagena inició una investigación tras la denuncia de una chica que manifestaba haber sido víctima de una estafa por parte de un amigo de su pandilla, que había propuesto al grupo registrarse en una página web, ya que conocía el modo de ganar 300 euros fácilmente. A esta denuncia inicial se sumó la de otra amiga del grupo que también había accedido a realizar esa operación.

El autor de los hechos instaba a sus amigos y conocidos a que se registraran en una página web de solicitud de préstamos para recibir 300 euros y a cambio de realizarle un bizum de 150 euros, él activaría unos códigos para que no les reclamasen la devolución de esta cuantía.

Además, a quienes accedían, les ofrecía la posibilidad de seguir captando a otros a cambio de recibir una pequeña comisión que oscilaba entre los 20 y los 50 euros.

Inicialmente, esta captación de víctimas se realizó mediante el boca a boca, pero posteriormente, se comenzó a realizar a través de las redes sociales.

Transcurrido un par de meses, como eran numerosas las personas que trataban de conseguir 300 euros con esas condiciones, el autor principal conseguía que dos personas comenzasen a colaborar con él, tanto en la captación de clientes como en el cobro de las comisiones que exigía.

Se trataba de un hombre y una mujer, ambos de nacionalidad española, que se llevaban un porcentaje de las comisiones fraudulentas.

Las investigaciones desarrolladas por los agentes lograron identificar a 39 perjudicados repartidos por todo el territorio nacional que habían contraído un total de 46 préstamos que ascendían a 6.900 euros.

Muchos de los afectados no quisieron formular denuncia, porque no querían ir a juicio y referían haber devuelto el dinero. En realidad, las víctimas estaban contratando un préstamo de 300 euros que les ofrecía la posibilidad de disfrutar de esa cuantía sin tener que pagar intereses si lo devolvían en menos de 30 días, siempre y cuando se tratase del primer microcrédito que contraían con esa entidad.