La Opinión de Murcia

La Opinión de Murcia

Salud

La Asociación de Parkinson, "condenada a la desaparición"

No pueden hacer frente a los costes de mantenimiento del local en el que se ubican

Instituto Social de la Marina, en el que la asociación realiza actividades de fisioterapia. | IVÁN J. URQUÍZAR

La Asociación de Parkinson de la Comarca de Cartagena está «condenada a la desaparición», según asegura su presidente, Jorge Lombardero Menéndez. A finales del año 2021, el Instituto Social de la Marina, local en que la entidad realiza su actividad, les envió un convenio en el que les instaba a pagar el 2,12% del presupuesto de gastos de mantenimiento para este 2022. De los 429.045 euros totales tendrían que pagar unos 9.096 euros, un gasto que no pueden asumir, lamenta el presidente.

Ante esto, el Gobierno local presentó una moción al pleno en enero de este año, que fue aprobada, para instar al Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones a que no cargue a la asociación dicho pago. Sin embargo, según lamenta el director de la asociación, en lugar de eliminar el pago de dicho dinero, «el Instituto Social de la Marina ha enviado un nuevo convenio en que queda reflejado que la cuota aumenta del 2,12% al 2,18%», por lo que deberán pagar 9.353 euros. Un incremento que han estipulado «sin dar explicación alguna», subraya Lombardero, quien también lamenta que se les adjudicará el 1.98% del IBI. «Nos han comunicado que si no firmamos nos echan», asegura.

«Ahora nos comunican que el uso de la sala es de todo el día, todos los días de la semana, cuando en los anteriores convenios quedaba estipulado que se usaba los lunes, martes, jueves y viernes, de 10.00 a 13.00 horas, que es lo que seguimos haciendo. Por lo tanto, lo utilizamos 12 horas de las 168 que tiene la semana. Por lo tanto, si 168 horas de uso le corresponden 2,18%, a 12 horas le corresponde un porcentaje del 0,15%», ha explicado el presidente de la asociación. «Una cantidad accesible, puesto que la aplicación del 2,18% es condenarnos a la desaparición de la Asociación, al ostracismo de los usuarios y el despido de los trabajadores», sentencia.

La escasez de fondos también se traduce en el pago de las nóminas a los trabajadores, pues este año llevan sin poder cobrar desde marzo, apunta Lombardero, un problema que surge año tras año y al que hacen frente «a duras penas gracias a las subvenciones anuales del Ayuntamiento».

Compartir el artículo

stats