La Opinión de Murcia

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Festejos

Arrancan las Cruces de Mayo con el sector hostelero dividido

Miles de personas abarrotan el centro histórico para disfrutar de las barras y la música en un fin de semana festivo, en el que algunos hosteleros lamentaron estar lejos de las actividades principales

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Las Cruces de Mayo en Cartagena Loyola Pérez de Villegas

La celebración de las Cruces de Mayo vuelve a Cartagena tres años después. Miles de vecinos abarrataron el centro de la ciudad portuaria y estaban deseando volver a vestir sus mejores galas y trajes de flamenco. Para los más devotos, era el momento de volver a lucir las Cruces y rememorar el hallazgo de la Cruz de Jesús. La afluencia por las calles del casco histórico de la ciudad fue máxima, sobre todo durante la tarde y algo dispar según las zonas, lo que molestó a parte del colectivo hostelero.

A lo largo de la centro se han instalado trece cruces de mayo, además de otras once en algunos barrios y diputaciones del municipio. En cuanto a las barras, se ha autorizado la apertura de más de diez a lo largo del casco histórico, así como otras cuya apertura ha sido denegada y ayer aún se encontraban bajo amenaza de suspensión. Este último era el caso de los establecimientos ubicados en la Calle Honda. «Hemos pagado las tasas y aún no tenemos la licencia para abrir la barra. Nos dijeron que no nos preocupáramos y aún no sabemos nada. Tenemos todos los suministros comprados y puede ser que venga la policía en cualquier momento y nos cierre la barra», comentaba preocupado Pedro Ruiz. «Este año no creo ni que rentabilicemos la inversión. Nos quitan la música, colocan conciertos en otras zonas que hace que la gente vaya a esos lugares. Si la situación no cambia el año que viene no pondremos barra», añadía mostrando su descontento con la situación actual.

El contrapunto lo ponían aquellos establecimientos ubicados en los alrededores de la Plaza San Francisco y la Plaza del Ayuntamiento, los cuales tenían muy buenas previsiones de clientela. Un ejemplo de esto es la barra solidaria situada en la Calle Palas. «Todo lo recaudado estará destinado a ayudar al pueblo ucraniano. Esto es un reclamo para la gente, que siempre está dispuesta a ayudar, así que esperamos recaudar lo máximo posible», explicaba Pedro Amorós. «Ya ayer tuvimos mucha clientela y esperamos que hoy venga aún más gente. Esto es un impulso muy importante, sobre todo después de los dos últimos años de pérdidas que hemos sufrido especialmente en el sector del ocio nocturno», argumentaba Luis, encargado de La Corte.

Los establecimientos comenzaban a rozar el lleno sobre la una de la tarde, cuando cientos de personas se desplazaban al casco histórico para comer y disfrutar del flamenco. Sin embargo, el momento de mayor afluencia llegaba pasadas las siete de la tarde, coincidiendo con los conciertos de José Manuel Soto y el grupo Siempre Así. Miles de personas abarrotaron el centro para disfrutar en plena calle y recuperar el tiempo perdido durante estos dos años.

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