La Opinión de Murcia

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Fiestas

Playas a rebosar en Cartagena por el Lunes de Pascua

Cientos de cartageneros y turistas aprovecharon sus vacaciones y el tiempo casi veraniego para pasar un día en el litoral con la familia

Muchos de ellos comieron mona, dulce típico de esta fecha

Imagen de Cala Cortina, repleta de bañistas, ayer. iván urquízar

Las temperaturas casi veraniegas y la celebración del tradicional Lunes de Pascua llenaron ayer las playas de Cartagena, como si las fiestas no hubieran acabado aún. Miles de cartageneros y turistas aprovecharon sus vacaciones, e incluso algunos pidieron el día libre ya que no era festivo en Cartagena, y abarrotaron las playas del litoral para aprovechar los casi 25 grados que marcaba el termómetro. Muchos de ellos fueron a pasar el día y a comer la mona, dulce tradicional en todo el Mediterránea durante estas fechas.

La playa de Cala Cortina, de hecho, acogió a cientos de personas durante todo el día. Rosa María, que vive en Torre Pacheco desde hace 27 años pero que se crió en Cartagena, acudió junto sus hermanas, amigas, hijos y sobrinos para pasar el día con sus monas caseras de panadería y dar el adiós definitivo a la Semana Santa. «En nuestra familia es tradición desde que era pequeña. Hoy hemos aprovechado el buen tiempo que hacía para venir a la playa, ya que otros años hemos pasado este día en abrigo», aseguraba.

«Tenía muchas ganas de disfrutar de un día así después de los dos años de pandemia. El año pasado fui al Monte de las Cenizas, en el Portmán, y tan solo compartí mona con unos amigos, alejados de todo el mundo», añadió. Aunque Rosa María todavía quiso tomar precauciones este año, pese a que la pandemia está remitiendo y no hay apenas restricciones, y guardó la debida distancia de seguridad con las otras familias. «Se agradece que, pese que hay bastante gente, no esté muy masificada la cala. Todavía hay un poco de miedo», destacó.

Otra familia se acercó hasta la ciudad portuaria desde Alicante, donde sí era festivo, para disfrutar de un día de playa. «Es la primera vez que venimos a Cartagena y nos encanta», dijo Nerea, de 20 años, que estudia Periodismo y Comunicación Audiovisual en la Universidad de Murcia y que convenció a sus padres y tíos para visitar la ciudad portuaria. «Es un día muy especial, ya que nos juntamos toda la familia y ya teníamos ganas, puesto que en pandemia no pudimos», afirmó.

Por otro lado, un matrimonio, que acudió con sus hijos y unos amigos, también aprovechó el día veraniego que hacía para darse un baño y tomar el sol. «Normalmente vamos al monte, pero con el buen tiempo que hace hemos decidido venir a la playa». Asimismo, lamentó haberse olvidado de su mona «por un cambio de coche de última hora».

Mari Carmen, otra vecina del municipio que se relajaba bajo su sombrilla, aseguró que ella no iba a comer mona, pero que sí había traído una del supermercado para sus hijos. Otros cartageneros que paseaban por la costa lamentaban no haber podido comprar el tradicional dulce, «ya que estaba agotado en todos lados».

El litoral cartagenero también estaba a rebosar de jóvenes que disfrutaban de sus vacaciones. Guillermo, de 15 años, y sus amigos jugaban alegres a la pelota y saltaban desde lo alto de las rocas de Cala Cortina. Aseguraron conocer la tradición de comer monas durante el Lunes de Pascua, pese a no celebrarla. «Es el pastelito ese con el huevo que se come en Semana Santa, ¿verdad?», dijeron entre risas. Y es que aunque lo de comer mona sigue presente en casi todas las franjas de población, entre los más jóvenes no es tan conocido. Por otro lado, el parque de Tentegorra también acogió, como es habitual, a cientos de visitantes.

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