La Opinión de Murcia

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Semana Santa

Emotivo reencuentro en Cartagena

La madrugada más intensa de la Semana Santa se cerraba con el encuentro entre Nuestro Padre Jesús Nazareno y la Santísima Virgen Dolorosa en la Plaza de la Merced, escoltados por cientos de cofrades marrajos y ante la atenta mirada de miles de fieles

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Jueves Santo en Cartagena:Encuentro

El Encuentro de Cartagena regresó, por fin, a las calles de la ciudad portuaria. La jornada daría comienzo a medianoche con los pasacalles protagonizados por los piquetes de granaderos y soldados romanos. A partir de las dos de la madrugada comenzaría el plato fuerte. En primer lugar, la procesión de la Verónica en la Iglesia de Santa María de Gracia y la cual protagoniza la condena de Jesús. Tan solo 15 minutos después, la procesión de Nuestro Padre Jesús de Medinaceli. Media hora más tarde, arrancaba el desfile de Nuestro Padre Jesús Nazareno, uno de los protagonistas de la noche, desde la lonja de Santa Lucía. Y finalmente, la procesión de la Santísima Virgen Dolorosa desde la Iglesia de Santa María de Gracia nuevamente, epicentro de los actos durante la Semana Santa.

Cientos de fieles se encontraban inmersos en la noche santa al mismo tiempo que otros miles de jóvenes aprovechaban la noche para disfrutar de la fiesta cartagenera. “Quienes no disfrutan de la Semana Santa prefieren salir de fiesta. Yo llevo participando en la Semana Santa desde pequeño y espero seguir haciéndolo muchos años más. Esto trata de sentimiento, o lo tienes o no”, comentaba Raudel, un joven cofrade marrajo que acababa los pasacalles con los granaderos, pero se encontraba preparado para comenzar la procesión de la Virgen Dolorosa.

Hacia las cuatro de la mañana miles de vecinos y turistas, sobre todo jóvenes, comenzaban a desplazarse a los aledaños de la Plaza de la Merced. Tanto creyentes como no creyentes abarrotaban las calles, dando paso a una de las imágenes más bonitas de la Semana Santa: El encuentro entre los tronos de la Santísima Virgen Dolorosa y Nuestro Padre Jesús Nazareno, dos años después, pues la pandemia impidió celebrarlo. Con las imágenes una frente a otra, llegó el canto de una saeta desde un balcón del Palacio de Aguirre, el canto de la Salve marinera por parte de los más devotos entre la multitud y un pequeño cierre adornado por el himno nacional. Unos emotivos instantes que no todos supieron apreciar, pues muchos de los jóvenes se encontraban en la zona de paso y motivados por un exceso de alcohol trataron de boicotear a partir de comentarios que afortunadamente pasaron desapercibidos entre una multitud que realmente disfrutaba de la emoción que desprende el momento culminante de la Procesión del Encuentro, convertida este año en el reencuentro.

Poco antes de las seis de la mañana llegarían los últimos tronos a la Iglesia de Santa María de Gracia, que acompañados por el ruido atronador de los petardos, señalizaban el final de la procesión más emotiva y particular de la Semana Santa cartagenera.

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