La Opinión de Murcia

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Patrimonio

La Plaza de la Merced de Cartagena ampliará su espacio peatonal

El Ayuntamiento suprimirá el tráfico rodado y eliminará los estacionamientos ORA, ganando unos 2.000 metros para que circulen los viandantes

Plaza de la Merced de Cartagena, este viernes.

La Plaza de la Merced de Cartagena, también conocida como la Plaza del Lago, ampliará su zona peatonal, puesto que se "va a extender hasta la fachada de los edificios que la rodean", según afirmó la alcaldesa, Noelia Arroyo, en la presentación del proyecto que se realizó este viernes.

Para llevar a cabo la iniciativa, se suprimirá el tráfico rodado en la zona, se eliminarán los estacionamientos limitados por la Ordenanza de Regulación de Aparcamientos (ORA) y se dejará paso exclusivo y puntual a los residentes y a los servicios. "Se ganarán aproximadamente 2.000 metros cuadrados de superficie peatonal", afirmó la primera edil. 

Entre las principales novedades, se va a dotar al espacio de mobiliario intergeneracional: zonas de descanso para los más mayores, juegos infantiles y zonas para practicar deporte. Se va a instalar una valla retráctil que rodeará el perímetro de la plaza y que permitirá visualizar los trabajos arqueológicos. Asimismo, se van a reubicar las cuatro palmeras que hay en la plaza y las zonas verdes serán renovadas con nuevos arbustos. También se nivelará la calzada en algunos puntos.

La calle más cercana al Cine Central recibirá un tratamiento que permita el uso peatonal preferente, compatible también con el acceso de vehículos de residentes.

El presupuesto previsto para llevar a cabo el proyecto está cifrado en 250.000 euros, aunque la regidora puntualizó que esta partida "será flexible, debido al aumento general de los precios". Las obras se acometerán al terminar la Semana Santa y en una sola fase. "Los técnicos aseguran que los trabajos terminarán antes de que finalice el año", destacó Arroyo.

Además, la alcaldesa ha hecho especial hincapié a los hermanos mayores de las Cofradías de Semana Santa en que la remodelación de la plaza "no afectará a la celebración de la procesión del Encuentro", que se desarrolla durante la madrugada del Viernes Santo y que confluye en la plaza del Lago. 

El objetivo, según destacó la alcaldesa, Noelia Arroyo, el objetivo "es el de dar más peso y espacio al peatón" y al mismo tiempo "ofrecer una solución rápida y compatible con los procesos de recuperación del patrimonio arqueológico que alberga el entorno de la plaza". 

Hace dos años se le encargó a la UPCT llevar a cabo un proyecto participativo para ayudar a la toma de decisiones. Se llevaron a cabo entrevistas con diversas instituciones y asociaciones con vinculación al entorno, como por ejemplo Caritas San Diego, la Asociación de Vecinos de San Diego, Cepaim, la parroquia Santa Diego, la comunidad educativa del Patronato, los cuatro hermanos mayores de las Cofradías de Semana Santa, el equipo de arqueología municipal y los redactores del proyecto reforma.

Puesta en valor del patrimonio arqueológico

En una segunda fase, el Ayuntamiento ejecutará una excavación de los restos arqueológicos de la zona, que posteriormente se pondrán en valor con su musealización. "La plaza cuenta con vestigios de gran interés de la ciudad púnica y romana", aseguró la vicealcaldesa, Ana Belén Castejón, que también estuvo presente en la presentación del proyecto. En la parte norte de la plaza existe un tramo de calzada de unos 31 metros de longitud y 6 metros de anchura, perteneciente al decumano máximo de la ciudad romana".

En la zona meridional, existe un importante conjunto hidráulico romano integrado por una piscina y una fuente monumental, provisto de un ábside en su fachada con un estanque longitudinal a sus pies. Esta fuente estuvo revestida con placas de mármol y decorada con, al menos, una escultura que representa a una ninfa (deidad del agua). En este mismo sector, pero a una cota inferior, se conserva una casa púnica. También destaca un gran almacén donde se acopiaban ánforas procedentes de todo el mediterráneo occidental.

La inversión prevista para esta segunda fase es de unos 400.000 euros. El plazo de ejecución de la excavación arqueológica será de siete meses aproximadamente, a los que posteriormente se sumarán 4 meses más para la redacción de la memoria arqueológica.  

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