Decano del Colegio de Abogados de Cartagena. Tras casi tres décadas de carrera profesional y ocho en la junta de gobierno, en febrero Méndez asumió el reto de mejorar el Colegio de Abogados y los órganos judiciales de Cartagena. A nivel profesional se ocupa sobre todo de temas civiles y administrativos en un bufete.
Ángel Méndez, que tomó posesión como decano del Colegio de Abogados de Cartagena en febrero con el objetivo en mente de mejorar la Justicia en la ciudad, charló con LA OPINIÓN sobre las principales demandas y retos de futuro.
¿En qué consistió su programa electoral cuando se presentó al decanato?
Uno de los primeros proyectos que impulsé, motivado por la pandemia, fue la implantación del voto telemático en las próximas elecciones. También propuse la creación de turnos especiales para asistencias a detenidos en el Turno de Oficio que voluntariamente trabajen tanto fines de semana como en los meses de verano. Por otra parte, presenté también la creación de una revista jurídica.
Respecto al Turno de Oficio ¿tienen alguna reivindicación?
Los abogados de oficio exigimos desde hace mucho tiempo una retribución digna y acorde al trabajo fundamental que realizamos. Dependiendo de en qué comunidad estés puedes cobrar más o menos por un mismo trabajo. Por ejemplo en el País Vasco, en Cataluña o en Navarra se paga tres veces más a un abogado de oficio que en Cartagena debido a que no tenemos cedidas las competencias por parte del Ministerio. Esto es injusto y se debe igualar al alza. Los baremos están totalmente desactualizados. El vigente, cuya última revisión fue hace unos cinco años, refleja que por un procedimiento abreviado un abogado de oficio cobra 270 euros, por un juicio verbal 202,50 euros, por un juicio completo de familia contencioso 270 euros, mas medidas provisionales se cobran a 72,12 euros. Cantidades ínfimas e insuficientes.
"Se está creando un servicio para gestionar la documentación y la protección de los refugiados ucranianos"
¿Qué opina de que existan tantos juzgados en Murcia?
Murcia cuenta con juzgados que Cartagena no tiene. Como por ejemplo juzgados de menores, juzgados especializados en las condiciones generales de contratación, en incapacidades o juzgados hipotecarios. Nosotros consideramos que Cartagena tiene una población lo suficientemente importante como para albergar también este tipo de juzgados. Por otra parte, a la comarca también le urgen, además de la Ciudad de la Justicia, dos juzgados de Primera Instancia y una nueva sección de la Audiencia Provincial de Murcia para que algunos temas, como los casos de violencia de la mujer, no se deriven a la capital y se entorpezcan los juicios.
¿Cree que Cartagena cuenta con un número suficiente de abogados, letrados, jueces, fiscales, etcétera?
Sin ninguna duda hacen falta muchos más. Hacen falta más medios en general. Es un mal endémico que tenemos. Creo que la Administración de Justicia es de las menos valoradas por parte del Gobierno. No se aporta el dinero que necesita realmente. Si tuviera un presupuesto acorde a lo que necesitara otro gallo nos cantaría e iría todo mucho mejor a nivel de juzgados. Por otro lado, también hace falta espacio para poder ubicar las infraestructuras.
¿Cuáles son los temas que más se llevan a los juzgados de Cartagena?
Los más habituales son los más mundanos: robos, hurtos, temas de familiares, reclamaciones de cantidad, temas de comunidades de propietarios…
Por otra parte, ¿cómo ha afectado la pandemia de coronavirus al sector judicial? ¿Y la guerra de Ucrania?
La pandemia ha aumentado la litigiosidad en determinados asuntos. Por ejemplo, a nivel laboral, se ha hecho una gran cantidad de ERTE. Por otro lado, respecto a la guerra, estamos creando un turno de oficio para los refugiados que vengan de Ucrania. Será voluntario y tendrá como objetivo la tramitación de su documentación y la gestión de su protección temporal, que se está habilitando por parte de la Comunidad y del Gobierno nacional. Como inconveniente, estas personas van a tener que acudir a las oficinas de extranjería de Murcia, lo que consideramos como una complicación innecesaria, teniendo en cuenta que se podría hacer aquí en Cartagena.
