Activista incansable que a sus 79 años sigue al frente de tres plataformas que velan por el patrimonio de Cartagena recoge hoy el premio Cartagena del año a pesar de estar pasando por un duro bache en su vida

A sus 79 años, Josefa Muñoz Plazas (El Lago, Cartagena) sigue al frente de numerosas plataformas vecinales que trabajan por el desarrollo de la ciudad. Y así seguirá, pues no la van a «quemar ni después de muerta». Esta noche recogerá el Premio Cartagenera del Año 2020 de la Asociación Cartagena Futuro «en silla de ruedas», ya que no es solo una luchadora por las causas de Cartagena, sino que en estos últimos años ha pasado por un cáncer, está enferma y su marido falleció hace cuatro meses. Aun así, estos baches no la desaniman a seguir con las reivindicaciones.

Está al frente de al menos siete asociaciones como la Plataforma Virgen de la Caridad para recuperar la Catedral, colabora activamente en diferentes reivindicaciones como la llegada del AVE e ideó las preuvas. ¿Cómo empezó todo?

La primera causa por la que me impliqué fue en 1999 cuando querían llevarse la Virgen de La Caridad a ganar el jubileo a Murcia. Lo que yo le respondí que no tenía sentido porque la sede de la Diócesis está en Cartagena. Empecé sola esta lucha recogiendo firmas en mi comercio de la calle de San Vicente. Ahí fue cuando empezamos a fraguar la Plataforma Virgen de la Caridad y acabamos celebrando el jubileo en la puerta de la Catedral de Cartagena y la Virgen no salió de la ciudad. No consiento que una cosa que es nuestra y fundamental de la historia de la ciudad se la lleven. Y al que se me ponga delante se lo explico. 

Y esa fue su primera lucha.

Sí, ese día, cuando terminamos de cantarle la salve a la virgen y llegamos a nuestra casas dijimos, ahora tenemos que empezar a trabajar para restaurar la Catedral. Pero yo no sabía que era tan difícil y he visto mucha maldad para que la Catedral no se restaure. No lo entiendo. Ganamos en 2017, 75.000 euros de los presupuestos participativos a base de recoger firmas. Yo no sé el desastre que han hecho colocando el vinilo que han puesto en el altar mayor de la Capilla del Concejo y la deberían estar abriendo ya por ley los cuatro últimos días del mes. Como estoy enferma no he podido comprobar si es así. Esto ya se lo dije al ecónomo. 

¿Esto te habrá hecho enemistarte con gente?

Yo lo siento, pero al que pillo se lo explico. Eso sí, de buenas maneras, porque no hay derecho que estas cosas no se hagan y la Catedral esté en este estado siendo la única consagrada en el Obispado. Disfruto diciendo las cosas a ver si por casualidad despertaran, como el nombre de una de ms asociaciones. Por eso le recordé al ecónomo que la Catedral de Cartagena está consagrada y por eso no la han tirado todavía. También, en 2002 le dije al monseñor Ureña que vendió la Catedral como vendió Judas a Jesús y casi me pega.

¿Cómo reaccionó cuando le anunciaron que iba a ser Cartagenera del Año?

Todo lo que he hecho por Cartagena no ha sido con intención de que me den nada. Implicarme en las asociaciones universitarias, de comerciantes, de patrimonio, etc., me gusta. Cuando veo que alguien tiene alguna iniciativa, yo veo si se puede hacer y lo apoyo. Pero sé que a mi marido, que falleció hace cuatro meses, lo hubiera disfrutado más que yo este premio. Para él hubiera sido como ver reconocido el esfuerzo de toda mi vida.

¿Qué otros objetivos has conseguido estos años?

La idea de las preuvas fue mía y las primeras las organicé yo. Vino el Almirante y todo a tomárselas hace 6 años. Por entonces estaba de presidenta de los comerciantes de la calle de San Fernando, donde estuve 15 años, y también organizamos desfiles de modelos y firmas de libros a María Dueñas. Teníamos mucho trabajo.

¿En qué otras asociaciones ha estado?

Estuve en las escuelas universitarias de la UNED y la Asociación Amigos de la Universidad. Me rodeé de médicos, ingenieros… y yo un título en la pared no tengo. Así que les dije de broma que si me querían de mascota, pero me tomaron en serio y me incluyeron como a una más y hasta que yo me muera seguiré colaborando.

¿Cómo le ha dado tiempo a estar en tantos colectivos?

Después de mi trabajo iba a las reuniones. Recuerdo que le decía a mi marido que me acompañara y él renegaba, pero luego disfrutaba al ver lo que hacíamos. Me decía que éramos un tajo mataos’ y a mis espaldas decía de nosotros que hacíamos una labor encomiable y admiraba el que no nos cansáramos a pesar de todas las trabas que nos ponen. Por eso creo que este premio lo hubiera disfrutado él más que yo, pero he tenido la desgracia que se me ha ido tres meses antes de que me nos lo anunciaran.

Son muchos años de ir a contracorriente y liderar muchas reivindicaciones. ¿No ha tenido momentos de debilidad?

Desde 2015 mi marido ha estado bastante enfermo y yo ahora lo estoy también, voy a tener que ir a recoger el premio en silla de ruedas, pero yo disfruto luchando por estas causas y no pierdo el ánimo. Y más cuanto más difícil me lo ponen, como con la restauración de la Catedral. Así que voy a ir como sea a por el premio y seguiré luchando por Cartagena hasta la muerte. Además, he recibido más de 22.600 adhesiones (me gustas) en las redes sociales por ser Cartagena del Año.

¿Entonces no tiene pensamiento de descansar y dejarse alguna asociación?

No. Yo disfruto. Si quieres me creo otras dos o tres más.