El tesoro de la fragata Nuestra Señora de las Mercedes al completo ya está en Cartagena. Furgones, vehículos, motos y hasta un dron de Policía Nacional para vigilar que el traslado de las monedas que faltaban por llegar al Museo Nacional de Arqueología Subacuática (ARQVA) se hiciera de la manera correcta.

Así ha sido la maniobra, casi de película, que se ha llevado a cabo al tiempo que más agentes se dispersaban armados por el perímetro del museo para cortar el paso y proteger la colección, que ha llegado al museo distribuida en 18 contenedores.

"Esta ha sido la segunda vez que se transporta la colección", explica el director del ARQVA, Iván Negueruela, a LA OPINIÓN. Las 600.000 monedas de plata permanecerán durante los próximos años en Cartagena, su destino final. "No está previsto que se muevan por un largo periodo de tiempo", recalca el director del ARQVA.

Además, destacan también las cuberterías de plata y decenas de elementos entre los que hay hasta un grifo de bronce. Objetos que se recuperaron de la embarcación en las tres campañas de expedición submarina que se llevaron a cabo en los años 2015, 2016 y 2017 respectivamente.

Ahora, tras la llegada del tesoro de La Mercedes al museo, el tesoro se guardará en las cámaras acorazadas subterráneas del ARQVA, que "son de altísima seguridad", explica Negueruela. La colección regresa al museo tras reparar las filtraciones que sufría el inmueble, construido por debajo del nivel del mar.

El historiador, arqueólogo y director del museo ARQVA fue el encargado de recuperar el cargamento de la fragata Nuestra Señora de las Mercedes, expoliado por la compañía cazatesoros Odyssey, y que ahora ya están en Cartagena listo para ser expuesto y que cartageneros y turistas puedan contemplar la belleza de este tesoro, que forma parte del patrimonio histórico y arqueológico español.

Hundido por un ataque pirata británico

A pesar de que el hundimiento del buque se produjo en el año 1804, en tiempos de paz, el contexto geopolítico de la época en la que se hundió el barco, en la zona del Golfo de Cádiz, "demuestra que el hundimiento de La Mercedes fue un ataque pirata de la Armada británica en toda regla, que estuvo orquestado por el primer ministro de Reino Unido, William Pitt 'el joven', pese a que eran aliados de la Armada española", según sostiene Negueruela.

La fragata de Nuestra Señora de las Mercedes que pertenecía a la Armada española, fue botada en 1786, en Cuba. Formaba parte del convoy que cubría la ruta comercial entre España y sus territorios en América. A menudo transitaba en aguas de Reino Unido.