El capitán de fragata Manuel García Ruiz (Cartagena, 1970) tomó el pasado mes de junio el mando del emblemático buque-escuela Juan Sebastián de Elcano. Actualmente tiene una dotación de 190 personas, de las cuales 33 son mujeres.

¿Qué significa para usted ser el comandante de Elcano?

Supone una mezcla de dos sentimientos muy diferentes, pero compatibles. Desde el punto de vista personal, significa una enorme satisfacción y orgullo, ya que, al hecho de poder mandar un barco, se une el honor de hacerlo en el buque más emblemático y conocido de la Armada por los ciudadanos, incluso en otros países. Por otra parte, implica una gran responsabilidad, derivada de sus dos misiones principales, la de contribuir a la formación de los guardiamarinas, nuestros futuros oficiales, y la de representar a la Armada y a España, como una auténtica embajada a flote, llevando nuestra bandera por todo el mundo.

¿Cómo ha sido la experiencia desde que está al mando del buque-escuela?

Cuando tomé el mando, el barco se encontraba inmovilizado con el objetivo de acometer las necesarias obras de mantenimiento y mejora tras dos intensos años, en los que permaneció 18 meses fuera de su base. Por ello, no he podido disfrutar aún del buque en la mar. Lo que sí he podido percibir es el enorme cariño que se siente por el barco desde múltiples sectores, no solo de los amantes de la mar. Intentamos corresponder a estas muestras de afecto mostrando el barco y dándolo a conocer.

¿Cuándo se despertó en usted el interés por la navegación y por la Armada?

Nací en Cartagena, una ciudad marítima y departamental, donde la Armada estaba presente en la calle. Mi padre es oficial de la Armada por lo que también viví en otras ciudades ligadas a la Armada. Siendo pequeño, me llevaba a ver los barcos en que estaba destinado o recuerdo ir a despedirlo al faro de la Curra.

Además, percibía que en la Armada se daba importancia a valores como el compañerismo, el esfuerzo, el espíritu de sacrificio o la lealtad, que me atraían. Si a ello se le añade el ansia de aventura, de viajar por el mundo, ahí tiene los ingredientes perfectos que me llevaron a decidirme, cuando era estudiante de Secundaria, viviendo en El Puerto de Santa María, a ingresar en la Armada.

¿Piensa que se ha valorado lo suficiente la gesta de la primera circunnavegación del planeta?

No, no nos damos cuenta de lo que supuso. De las enormes dificultades que tuvieron que superar. Es comparable con la llegada del hombre a la Luna. De hecho, creo que es la única hazaña que se le puede comparar. Estamos hablando de unas dotaciones que se hicieron a la mar y se enfrentaron a lo desconocido.

Por otra parte, sin desmerecer a Magallanes, no se le ha dado la importancia y reconocimiento que se merece a Juan Sebastián de Elcano, un héroe español que fue el artífice de la vuelta al mundo, lo que sus contemporáneos calificaron como una gesta «que excede a todas las conocidas hasta ahora».

«La Armada ofrece a sus miembros una formación integral con un alto componente tecnológico»

¿Cómo es el día a día en un crucero de instrucción del buque-escuela?

En la mar, es toda una experiencia. Hay que tener en cuenta que este barco pasa prolongados períodos fuera de su base y largas navegaciones, de hasta un mes o más sin tocar puerto. Por ello, a las habituales guardias en la mar de la dotación y guardiamarinas, en puente, máquinas, cubierta o meteorología, se añaden, por una parte, la actividad académica de los alumnos, con clases, conferencias y observaciones astronómicas con el sextante, y, por otra, los trabajos necesarios para que el barco continúe su funcionamiento diario, como baldeos, pequeñas reparaciones y las maniobras marineras. Y durante el tiempo libre se programan actividades lúdicas, como concursos, cine en cubierta, conciertos de la banda de música, celebraciones o hasta fiestas de disfraces.

¿Se está produciendo en los jóvenes un nuevo interés por la Armada?

Sinceramente, creo que sí. Para la Armada es difícil dar a conocer su actividad debido a que la mayor parte de su trabajo se desarrolla en la mar, fuera de la vista de los ciudadanos. Sin embargo, la visibilidad y cercanía que proporcionan determinadas operaciones ha despertado la curiosidad de nuestros jóvenes. En las visitas que recibimos en puerto se aprecia cómo muchos niños y jóvenes acuden a bordo, preguntan y se interesan. Hay que tener en cuenta que la Armada ofrece a sus miembros la posibilidad de una formación integral, con gran importancia del componente tecnológico, y además, es homologada, lo que facilita el posterior acceso al mercado laboral en caso de desvincularse de las Fuerzas Armadas.

¿Elcano visitará Cartagena?

El próximo crucero, en 2022, ya está cerrado y no contempla la visita a la ciudad. En cuanto al de 2023, ahora comienza el proceso de planeamiento... Sería una gran alegría poder venir a Cartagena.