El último macrobotellón que sembró de violencia la ciudad de Cartagena este fin de semana ha derivado en bronca política. Mientras la alcaldesa de Cartagena, Noelia Arroyo, solicitaba ayer la convocatoria de una Junta Local de Seguridad monográfica para «combatir el problema» de los actos violentos que se vienen dando últimamente en la ciudad portuaria, el delegado del Gobierno, José Vélez, apuntaba que fueron «hechos aislados».

A juicio del delegado del Gobierno «se debe hacer un esfuerzo, y eso es una recomendación que le hago al concejal del Ayuntamiento de Cartagena: le pido que sea más exigente a la hora de poner las medidas para que no se produzcan estos botellones». Desde su punto de vista, en la Región no hay un problema de bandas: «son hechos aislados que se producen», incidió.

«¿Hasta cuándo estaremos sin medios?», se preguntan desde la Policía Local, que se siente «en peligro»

La regidora Arroyo, no obstante, cree que «hay que afrontar nuevas respuestas y soluciones ante estos fenómeno de violencia y poder definir estrategias conjuntas con Policía Nacional y Delegación del Gobierno para poder combatir este problema».

Campaña ‘No tires el trabajo de año y medio en un finde’

Alumnos del Consejo de Estudiantes de la Universidad Politécnica de Cartagena (UPCT) trabajan en una campaña anti-botellón que quieren tener lista antes del próximo fin de semana.

«Queremos intentar mejorar la situación que se está dando en los botellones de la zona universitaria», explica a LA OPINIÓN el presidente de la agrupación estudiantil, Chema Pérez, impulsor de esta iniciativa. Para llegar a la gente, a través de las redes sociales y colocando carteles informativos por la universidad, buscan concienciar a los estudiantes más jóvenes con frases como ‘No tires el trabajo de año y medio en un fin de semana’.

Pese a que Vélez negó que sea un problema de bandas, fuentes policiales consultadas por este diario detallan que fueron dos grupos rivales, y organizados, los que generaron los altercados en el botellón multitudinario, que congregó a cientos de personas, muchos adolescentes, que consumieron alcohol y drogas.

La gresca la montaron apuntan las mismas fuentes, unos jóvenes de origen magrebí, que portaban navajas y se habrían enfrentado a unos sudamericanos, que emplearon botellas de cristal a modo de armas. La reyerta se saldó con cuatro heridos de diversa consideración. Desde el Santa Lucía informaron ayer que están ya todos en planta y su evolución es favorable.

«¿Hasta cuándo estaremos sin medios?», se preguntan desde la Policía Local, que se siente «en peligro» ante una situación que temen que vaya a más, y de la que alertaron en las Fiestas de Cartagineses y Romanos, donde también hubo botellones violentos.