La refinería de Repsol ultima la puesta en marcha de la que será la mayor parada de su historia en Cartagena tanto en volumen como en extensión. A partir de este fin de semana, la unidades que conforman el área de conversión e hidrotratamiento detienen su actividad durante un mes y medio para la puesta a punto de 450 equipos.

A los 380 empleados de Repsol que participan en la parada, se sumarán otros 1.200 trabajadores de 60 empresas auxiliares diarios de media, llegando hasta los 2.000 empleados en los días de mayor actividad de la parada de mantenimiento. En total, serán más de 500.000 horas de trabajo que concluirán a mediados de noviembre.

Para la puesta a punto de los equipos, la empresa invertirá 75 millones de euros. Del montante total, 40 millones irán destinados al mantenimiento, mientras que los 35 restantes serán para poner en marcha “nuevas inversiones”, indicó Antonio Mestre, director de la refinería de Repsol de Cartagena.

Del presupuesto para nuevas inversiones, 25 millones se destinarán “a mejorar la eficiencia energética y el medio ambiente”, puntualizó Mestre. En concreto, “se van a poner en marcha medio centenar de iniciativas que van a suponer un ahorro de 68.000 toneladas de CO2 anuales, lo que equivale a la absorción de un bosque con una extensión similar a 13.600 campos de fútbol”, añadió el director de Repsol en Cartagena.

Entre ellas, destacan la puesta en marcha de un nuevo compresor en una de las antorchas de la refinería, la instalación de un nuevo precalentador en el horno de la unidad de topping y la colocación de una nueva columna en la misma unidad, que permitirá incrementar la eficiencia de su operación.

Dentro de los 450 equipos a inspeccionar, los operarios revisarán 1.640 válvulas, 192 torres y depósitos, 232 intercambiadores y 22 reactores dentro de las unidades que conforman el área de de conversión e hidrotratamiento. Así, los trabajadores también se encargarán de chequear el correcto funcionamiento, así como de renovar aquellos elementos que sean necesarios, dentro de la unidad coquer de Cartagena, la más grande de España que cuenta con cuatro cámara de 41 metros de altura cada una, lo que equivale a un rascacielos de 36 plantas. Lo harán empleando “la última tecnología”, indicó Mestre.

Se trata de tareas de riesgo, por lo que los trabajos estarán coordinados por un equipo de seguridad y medio ambiente contratado por la empresa, conformado por 35 trabajadores de Repsol, que trabajarán junto a los técnicos de seguridad de las empresas contratistas, explicó Mestre. Durante la parada habrá equipos de rescate operativos las 24 horas del día, además de un grupo especializado que se encargará de supervisar las maniobras de altura según indicó el director de la refinería de Repsol en la ciudad portuaria.

Aunque la parada comienza a finales de esta semana, Repsol lleva dos años preparando estos trabajos “internamente”, afirmó Mestre. “Si queremos conseguir llegar a las cero emisiones netas en el año 2050, como se marcó la empresa en 2019, debemos empezar ya con la puesta en marcha de iniciativas enfocadas a ello, este cambio no se consigue en dos días”, insistió el director de la refinería de Repsol en Cartagena.

Cursos de formación

También se han impartido cursos de formación a los trabajadores que se incorporan a la parada durante estos meses. Las empresas auxiliares comenzaron a colocar andamios y preparar estructuras y materiales hace semanas.

Esta parada se suma a la realizada este mismo año en el área de lubricantes, que contó con un presupuesto de 15 millones de euros y en la que trabajaron una media de 400 trabajadores al día, llegando en momentos punta a los 500 profesionales. Ambas suman una inversión de Repsol de 90 millones en Cartagena.

Mestre recordó también que la empresa trabaja ya en la nueva planta de biocombustibles que se ubicará en la ciudad portuaria, la primera de estas características en España. Según adelantó el director, las obras de construcción comenzarán "antes de que acabe el año".